Hace unos días os explicaba mi experiencia con la alimentación del peque hasta los 12 meses. En este post voy a contaros qué pasa a partir del año de edad, qué pueden y deben comer los niños (ejem… el concepto bebé lo tengo que ir sacando de mi vocabulario…mal que me pese), y qué tipos de platos podéis cocinar.
En la revisión médica de los 12 meses, la pediatra nos dijo la gran frase: a partir de ahora ya puede comer de todo (salvo algunas excepciones que ahora os comento). Es decir, que puede comer como nosotros (siempre que no sean comidas muy fuertes o pesadas) pero además seguimos con la lactancia materna a demanda.
La verdad es que esperaba con ansia este momento porque el hecho de tener que hacerle una comida especial a él no me motivaba mucho. Lo más práctico es cocinar comida sana y variada para toda la familia. Y en esas estamos.
Desde que cumplió el año, en casa todos comemos lo mismo (exceptuando algún día puntual). Esto facilita mucho la vida ya que, en nuestro caso, papá se lleva el tupper al trabajo (y por la noche hay que cocinar la comida del día siguiente, sí o sí). Como quiero que el peque coma lo más sano posible, el hecho de cocinar para tres ha tenido un efecto clarísimo en casa: nosotros también comemos más sano que nunca. Compramos más productos frescos y menos precocinados (antes siempre tirábamos un día u otro de precocinados o congelados porque se preparan en un momento); comemos más verduras (ya sea en forma de purés o cremas, salteadas o a la plancha – evitamos los rebozados-), y más pescado; consumimos menos carne roja y embutidos y menos platos preparados (pizzas, por ejemplo). Claro que hay días de todo y ¿a quién no le apetece una pizza un sábado noche? Pues la preparamos nosotros con ingredientes frescos y a comer.
Algunas personas me han comentado que les parece complicado cocinar para toda la familia con niños tan pequeños (13 meses tiene ahora M.). Al contrario, creo que es mucho más sencillo. Como os decía, puede comer (casi) de todo. Y realmente no hace falta complicarse la vida buscando recetas extravagantes por internet. Darle de comer lo que vosotros comáis en casa (siempre que sea sano, claro) porque en realidad son los alimentos que os gustan y que vais a acabar consumiendo, elaborados de la forma que normalmente cocináis.
Os pongo algunos ejemplos. Para desayunar y merendar: cereales (sin azúcares añadidos o edulcorantes, cada vez hay más marcas que los tienen); pan con pavo, fruta, leche o yogur… Para comer (macarrones con tomate (los podéis hacer con pollo, ternera y cerdo, jamón dulce…); albóndigas; merluza al horno con patatas; lentejas (con verduras y pollo quedan ideales); pollo guisado o al horno con verduras; arroces (en cualquiera de sus variantes); garbanzos con espinacas; estofado de ternera con patatas…Para cenar: sopas de verduras, pollo o pescado; tortillas; pan con tomate y jamón dulce o pavo; pescados o carnes a la plancha; purés y cremas (calabaza, calabacín, colilflor, etc.).
Hay mil y una recetas. Como veis, son platos sencillos y caseros, y sobre todo, son sanos y variados. Algunos se pueden preparar con antelación y para varios días e incluso congelar. Si no sois muy cocinillas pues podéis navegar por la red y echarle imaginación (hay un montón de páginas con recetas para toda la familia) pero en nuestro caso seguimos cocinando los platos que comíamos habitualmente.
¿Qué alimentos hay que evitar?
En la lista que me facilitó la doctora pone: derivados del cerdo (embutidos, salvo el jamón de york); comidas pesadas y fuertes; maricos (por ser un fuerte alérgeno); el pescado azul; los quesos (excepto el tierno sin sal) y los frutos secos enteros (por el peligro de atragantamiento). Yo añadiría, además, la sal y el azúcar. Sí, soy una madre talibán que evita darle al niño productos azucarados porque considero que no aportan nada bueno. Los alimentos ya llevan sus azúcares (la fruta, por ejemplo, que lleva sacarosa), así que darle a los niños gominolas, chuches, bollería, galletas (sí, tampoco le doy galletas), etc. no conviene. Soy consciente de que llegará un día que será un tira y afloja porque a todos los críos les pirran este tipo de alimentos, pero siempre que pueda, los evitaré y ahora que los desconoce por completo, no seré yo quien se los ponga en bandeja.
Entre las novedades que hemos incorporado este mes están los yogures (que le gustan mucho pero prefiero no abusar y suelo ofrecerle fruta como postre y para merendar); la leche de vaca (muy poca, para mezclar los cereales en el desayuno); las espinacas y acelgas (se deben evitar hasta los 12 meses); y el huevo entero (primero probamos con la clara y parecía que no le sentaba muy bien y lo dejó de consumir unos meses).
Si os resulta un poco caótico, los primeros días podéis diseñar menús por escrito para organizaros un poco (esto viene muy bien para hacer la compra y comer variado a lo largo de la semana). Yo lo hice también al iniciar la alimentación complementaria y en cuestión de dos semanas ya iba rodado y no me hacía falta hacerlo por escrito.
Adiós triturados
Si leísteis el post anterior, sabéis que al iniciar la alimentación complementaria combinábamos algunos purés con sólidos. Pues bien, ahora M. ya tolera comérselo todo a trocitos (carne de cualquier tipo también), por lo que los purés los come cuando los comemos nosotros, y no le trituramos su comida a parte.
Además, en las últimas semanas nos hemos dado cuenta que no quiere que le demos la comida. Las dos primeras cucharadas sí, pero luego quiere coger él la comida con la mano y llevársela a la boca. Esto, sinceramente, me parece una maravilla. Por un lado, el niño aprende a comer solito (siempre con nosotros delante, claro) y esto le permite mejorar mucho el tema dela motricidad fina, ya que algunos alimentos son resbaladizos y se necesita una muy buena coordinación mano-boca (a veces es mano-ojo, pero no pasa nada). Por otro lado, es una gozada ver cómo disfruta comiendo. Claro que se mancha él, y la trona, y el suelo. Pero luego se limpia y ya está.
En nuestro caso, además, comemos todos juntos casi siempre. Desayunamos, comemos y merendamos M. y yo, y cenamos los 3 juntos. No olvidemos que comer también es un acto social y nos permite estar un rato en familia. Ahora él es muy pequeño pero cuando sea más mayor, será un momento también de charlas y de contarnos el día a día. Según algunos expertos, además, comer en familia evita muchos trastornos alimenticios en la época adolescente.
Soy consciente que las mamás o papás que trabajan todo el día o que van muy pillados de tiempo, no pueden comer con los peques porque además se necesita más tiempo del habitual. Pero siempre que podáis (cenas, fines de semana, desayuno…) os recomiendo que lo pongáis en práctica, ya que creo que es muy positivo para toda la familia.
¿Y vuestros peques, qué tal comen?
Lo de cocinar para todos me parece una idea genial y de hecho cuando tienes niños cada vez intentas cocinar más sano y vigilar la alimentación. A mi también me ha pasado y cada vez comemos más natural y menos precocinados. Besitos
Claro, no hay mal que por bien no venga! Nosotros hemos reducido el consumo de sal y de cosas poco recomendables, y casi sin darnos cuenta 😉 yo creo que eso es bueno para todos 🙂 muchas gracias por comentar!
Hola!
La peque come super bien, pero ella sigue con las papillas. Eso sí, papillas que llevan casi de todo. La verdad es que los findes, como come conmigo y su padre, le doy más de nuestra propia comida que de la papilla, que sí se la come, pero menos cantidad. El problema que tenemos nosotros es que come con mi madre y es que no nos fiamos mucho de cómo le dé la comida, así que preferimos triturarla y por la noche conmigo siempre cena algo de sólido. Le encanta la tortilla, la pasta, la sopa, las albóndigas. La croquetas le pirran, son caseras, las hace mi suegra y son de caldo. Están buenísimas, solo las calentamos, las pasamos por el papel para quitar el exceso de aceite, pero es que luego, las abro por la mitad, y saco lo bueno, porque a ella el rebozado no le gusta. Así que después, ella misma con su cucharita va cogiendo lo que puede del plato y a la boca.
Yo sí le doy, a veces galleta. Las maria de toda la vida. La verdad es que me salvan de algún apuro en un momento dado. Le encanta la fruta, sobre todo el plátano y me han contado que la manzana ácida, como a sus padres 🙂
Ah! Yo sí le he dado marisco, le hemos dado gambas, sobre todo, porque se pirra por ellas, le dimos un día un poquito y al ver que no le producía alergia, le hemos ido dando muy de vez en cuando. Lo que sí le ha dado alergia es la merluza. Pero fue algo leve y puntual.
Desayuna cada mañana su yogurt, de la marca la fageda, sin nada añadido, tal cual. Y le encanta. También come pan, pero no es su fuerte, prefiere la miga, jajaja y eso cuando le apetece. Así que al final yo lo que hago es que los findes come con nosotros super bien. Además es una glotona!!! jejejeje
Besos
Cada uno lleva su ritmo… como en todo (andar, dejar el pañal, hablar…) Yo creo que con la comida ellos también van marcando sus necesidades… Es verdad que cuando empiezan con los sólidos comen menos, mastican, se cansan… Pero es una fase por la que hay que pasar, sí o sí. Si os lo combináis y va comiendo de todo, pues yo creo que perfecto. Muchas gracias por tu comentario 😉
Nosotros también somos mucho de purés y cremas pero como ahora lo quiere coger todo él… pues no se los come jajajaja. A ver si pronto vuelve a tolerar la cuchara…. eso o le enseño ya y que coma con cuchara ayudándolo 😉 La verdad es que da gusto verlo comer…Muchas gracias por pasarte y comentar 😉
Nosotros hemos vivido dos procesos diferentes, M a los 12 meses no tenía ningún diente y P a los 5 meses ya tenía dientes…nuestra opción como tú dices, cocinar comida sana para toda la familia. Evitanto los alimentos que tú citas… comiendo ellos trocitos peques con las manos y los únicos triturados las cremas de verduras que a ellos, y a nosotros, nos encantan!!!!
Muchas gracias por tu comentario, Sandra. A mí también me agobia un poco el inicio de cada nueva fase (pasar de la teta a la alimentación complementaria, luego dejar los purés…) Pero dura poco, enseguida te habitúas 😉 Lo mejor es lo que dices, cuando vas a comer fuera y no tienes que agobiarte llevando el tupper o pidiendo cositas especiales para él, me parece tan cómodo 🙂 Un abrazo 😉
Me ha gustado mucho tu post ya que dsd los 12 meses tb nos dijeron eso del libre albedrío en la comida aunq no hice mucho caso y seguí con las verduritas etc x ser más sano Xo a los 14 meses Biel dijo q “hasta aquí” y quiso comer lo mismo q nosotros, pues bien al principio me estresé un poco Xo luego vi q era mucho más fácil Xa todos! Es más, este Finde hemos estado de casa rural y me he despreocupado del todo en este tema, íbamos de restaurante le pedíamos su plato para él y a comer todos juntos en la mesa! Me ha encantado!!! Gracias x escribir tu experiencia!
Sandra