El Frutal, un juego de mesa cooperativo de Haba, ha sido el último en entrar en nuestro salón. Y es que en casa cada vez somos más aficionados a los juegos de mesa. Tenemos varios (de los que ya os he hablado alguna vez) pero este nos gusta especialmente.
Este juego de mesa cooperativo es un clásico de Haba. Ya somos fieles a la marca y es el tercer juego que tenemos. En el tablero, cuatro árboles frutales están cargados de manzanas, peras, cerezas y ciruelas pero hay que ir con cuidado, ya que el cuervo acecha y está vigilando ¡para robar la rica fruta! Los pequeños recolectores tienen que ser más rápidos, y cosechar la fruta en sus cestas antes que el cuervo consiga montar todo su puzle y gane la partida.
el Frutal, juego de mesa cooperativo de haba
Lo que más me llama la atención de los juegos de Haba es su estética. Tienen un diseño muy bonito y están fabricados con materiales de gran calidad. Eso hace que, además de ser atractivo para grandes y pequeños, sean resistentes y aguanten el tute partida tras partida.
Ficha técnica:
Edad recomendada: 3-6 años
Número de jugadores: de 1 a 8
Juego cooperativo por turnos
Duración de la partida: 10-15 minutos (aproximadamente)
Contenido de la caja:
- Tablero. Es muy bonito. Tiene el cuervo en el centro y los árboles frutales a los lados.
- Puzle del cuervo
- 4 cestas de fruta
- 10 frutas de madera cada (manzanas, cerezas, peras y ciruelas).
- Dado de colores y símbolos
- Manual de instrucciones en varios idiomas
SI te gusta, puedes encontrarlo aquí.
Cómo jugar
La partida de este juego de mesa cooperativo empieza repartiendo una cesta a cada jugador y colocando todas las frutas en su árbol correspondiente. El puzle se deja al lado del tablero, con las piezas colocadas encima de la mesa formando una pila.
El jugador lanza el dado y elige la fruta que corresponda al color que ha salido (si es que quedan en el árbol). Si sale una cesta, deberá coger dos frutas. Y las deposita en su cesta correspondiente. Si sale cuervo… debemos colocar una pieza del puzle en su sitio.
Se va pasando el turno a cada jugador hasta que, o bien se han recolectado todas las frutas de los árboles y están cada una en su cesta (ganan los jugadores) o hasta que se ha formado por completo el puzle del cuervo (gana él). El objetivo es ser más rápidos que el cuervo e impedir que gane la partida.
Como veis, el juego es simple pero muy entretenido. Los niños pillan las reglas con facilidad y eso hace que las partidas sen muy dinámicas y divertidas.
¿Juegos cooperativos o competitivos?
La característica principal de El Frutal es que es un juego colaborativo, es decir, en él todos los jugadores deben aportar su granito de arena para conseguir un mismo objetivo: vencer al cuervo. Eso implica que cada partida les obliga a hacer frente común y cooperar para poder recolectar las frutas más rápido que el cuervo.
Los juegos de mesa cooperativos son muy adecuados para jugar en familia pero también en clase. Haba es una marca cada vez más presente en las aulas y es una forma de aprendizaje escolar que me gusta mucho, ya que los niños aprenden muchas materias distintas mientras juegan.
Sin embargo, a nosotros también nos gustan los juegos competitivos. ¿Por qué? Bien, porque también enseñan a tolerar las frustraciones y a aprender a perder. Cuando mi hijo empezó a jugar a juegos de mesa llevaba fatal perder. Pero fatal, fatal. Bueno, perder y cualquier cosa que durante la partida no fuera cómo a él le gusta (que no tenga cartas rojas, que no le toquen frutas rojas, que saques una carta que quiere para él… ; vaya, lo normal en un niño de esas edades). Así que los juegos de mesa dónde tiene que aprender a que cada partida se desarrolla de forma distinta, al azar y no bajo su control y que puede pasar cualquier cosa, y dónde a veces queda primero y a veces tercero, también nos van muy bien.
¿Qué aprendemos?
El objetivo de los juegos de mesa cooperativos no es simplemente pasar un buen rato (ojo, esto es lo primordial, pero en casa también buscamos el reforzar conocimientos y mejorar habilidades).
Los juegos de mesa, y en concreto, El Frutal, ayudan a:
- La memoria, el razonamiento y el pensamiento lógico. Se deben memorizar unas reglas (por sencillas que parezcan), unos turnos, unas dinámicas y unas acciones que van variando en cada partida y en cada juego. Hay que, además, memorizar e interpretar los símbolos del dado, hacer el puzle….
- Motricidad fina: cuando se manipulan las frutas y se llevan desde el árbol hasta cada cesto o se va formando el puzle, estamos trabajando este aspecto ya que hacen pinza con los dedos contínuamente.
- Recordar y ampliar vocabulario: las frutas, los colores, las formas…. Se puede aprovechar para profundizar en temas como la vegetación, el ciclo de vida de las plantas, asociar cada fruta a su árbol… Hay un montón de posibilidades.
- Juego libre. Aunque haya unas reglas y unas pautas… los niños son expertos en echarle imaginación y en desarrollar sus propias reglas. Ordenar las frutas de una determinada manera, crear historias paralelas… Es la parte más divertida del juego.
- Promover buenos hábitos. Llamadme friki, pero me encanta que el objetivo del juego sea recolectar fruta y no donuts. Los buenos (y malos) hábitos entran precisamente en la rutina diaria con cosas como esta, más que con la insistencia de repetir 100 veces al día que hay que comer fruta. Mejor si lo hacemos con el ejemplo y como parte del juego. Sí, soy #lalocadelafruta.
El Frutal, en Mumuchu
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¿Qué os parece El Frutal? ¿Lo conocíais? ¿Os gusta tanto como a nosotros?