Estamos de lleno en la campaña navideña, una época de consumismo extremo donde recibimos a diario decenas de inputs para que gastemos y gastemos. Los productos estrella son, como siempre, los regalos y juguetes de los niños. Muchas veces, las prisas, la desinformación o un mal asesoramiento pueden llevar a los Reyes Magos, Papá Noel o el Caga Tió a decantarse por productos que no son adecuados o que son poco respetuosos con los pequeños de la casa. Tanto si es para vuestros hijos, como si es para nietos, sobrinos o amigos, voy a hablaros de productos que nunca, jamás y bajo ningún concepto deberíais comprar y aquellos que, si bien no son perjudiciales, es mejor evitar. Seguridad ante todo.
Andadores tipo taca-taca. Este tipo de artilugios se han convertido en un recurso muy utilizado (tanto ahora como años atrás) para colocar al bebé dentro y así permitir que recorra libremente estancias de la casa sin riesgo aparente (ya que a priori parece que desde él no puede golpearse o caerse). Sin embargo, los taca-taca son peligrosos por varios motivos. En primer lugar, en muchas ocasiones se usan cuando el bebé no camina correctamente, por lo que este adopta una posición de puntillas que puede conllevar problemas en su correcto desarrollo motor. Los bebés aprenden a caminar por si solos. Da lo mismo si lo hacen a los 9 meses o a los 15, no hay que intentar forzarles ni colocarles en este tipo de chismes para que lo hagan. Por otro lado, cuando cogen confianza, este tipo de andadores les permiten alcanzar grandes velocidades y, por tanto, riesgo de caídas aparatosas.
Uno de los argumentos a favor del uso de estos andadores es el clásico “siempre se ha usado”; “yo lo he usado y nunca me ha pasado nada”, “por un ratito no va a pasar nada”, etc. Ni que decir tiene que eso no demuestra que sean aconsejables y recomendados. En algunos países, este tipo de andadores están prohibidos. En España, la Asociación Española de Pediatría alerta de los peligros de este artilugio.
Si se quiere utilizar algún tipo de andador, se recomiendan aquellos que son de empuje, ya que el bebé controla completamente su cuerpo, ejerce la fuerza que considera necesaria para avanzar y además, puede soltarse en cualquier momento.
Mochilas no ergonómicas. Dolor de ojos me producen aquellas personas que llevan a sus hijos en este tipo de mochilas. Compadezco mucho a los que no son conscientes que ese tipo de porteo es perjudicial para los bebés (creedme, mucha gente lo ignora). Otros sin embargo, lo saben y aun así tiran de los mismos argumentos citados en el punto anterior y excusas similares.
El primer problema es que muchas tiendas de puericultura venden mochilas no ergonómicas (también conocidas como “colgonas”) como si lo fueran. Yo misma casi compro una pensando que lo era, dada la insistencia de la vendedora.
Sea como sea, debéis saber que lo recomendable son las mochilas ergonómicas, es decir, que se ajustan punto por punto a la fisionomía del bebé. Estas mochilas permiten que el bebé tenga una zona donde asentarse mayor (y no ir colgado de los genitales); permite colocar sus piernas en posición de ranita, respetando la posición de su cadera y evitando problemas como la displasia; les sujeta la cabeza; reparte mejor el peso (hecho que también beneficia al porteador). Quiero que quede claro que no es que las ergonómicas sean mejores, es que las otras son perjudiciales para el bebé.
Hay mucha información disponible en internet sobre el tema, pero quiero compartir este artículo de Pajarito Pinzón que me parece un gran resumen, imágenes incluidas.
Algunas colgonas son muy evidentes, pero cada vez hay más modelos que parecen ergonómicos pero no lo son, e incluso falsificaciones de mochilas ergonómicas pero de calidades inferiores. Que sea de una gran marca o que sea muy cara no es garantía de que sea ergonómica. De hecho, en mi opinión, la mayoría de los portabebés ergonómicos son de marcas a priori poco nombradas fuera del sector.
¿Cómo asegurarse? Lo mejor es huir de centros comerciales y tiendas de puericultura clásicas y acudir a una tienda especializada de porteo, donde os asesorarán perfectamente y donde, además de mochilas, podéis encontrar un sinfín de portabebés ergonómicos según la edad de vuestros peques y vuestras necesidades.
Ah, y por favor, los bebés deben ir mirando hacia el porteador ¡siempre!
Arneses, columpios para puertas y correas. A ver, tenemos niños, no mascotas. Este es un producto que me parece muy poco respetuoso con el niño. Sé tan bien como otros papis que la época de primeros pasos es un destrozariñones en toda regla pero tampoco dura eternamente. Llevar a los bebés atados (algunos de cuerpo entero y otros por las axilas) hace un efecto similar a los taca-taca: no les permiten andar correctamente, no les enseñan a caer y levantarse y cogen malas posturas (van de puntillas, echados hacia delante, etc.) Si el niño anda solo, no es necesario llevarlo atado (vale, os resulta muy cómodo pero no es respetuoso). Y si no anda solo, no debéis ponérselo porque le estáis forzando. ¿Simple, no? Lo mismo opino de los columpios o tirantes que se colocan en las puertas para colocar al bebé ahí y que dé saltitos.
Los argumentos de: “no pasa nada”, “es un rato”, etc… pues lo comentado anteriormente, los veo simples excusas.
¿Por qué digo que son poco respetuosos? Imaginemos otra situación. ¿Llevaríais con un arnés de ese tipo a una abuelita que se ha lesionado la cadera? Es más cómodo para vosotros, así no hay riesgo que sufra otra caída, por un rato no pasa nada, ¿no?
Algunas sillas de auto. Este tema bien merece un capítulo aparte pero, por ahora, dejadme que os diga que las sillas más seguras son las que van en el sentido contrario de la marcha. No lo digo yo, si no los múltiples estudios de seguridad que se hacen cada año. ¿Hasta cuándo? La normativa de la Dirección General de Tráfico establece que es obligatorio que viajen a contramarcha hasta los 15 kg, si bien recomiendan que se haga el mayor tiempo posible (esto no lo entiendo, si está demostrado que lo más seguro es eso, deberían ser más estrictos y ampliar esa obligatoriedad).
No todas las sillas homologadas son igual se seguras. Investigad un poco, leed sobre el tema y veréis que algunas no superan los tests más básicos en materia de seguridad.
Tanto con las sillitas de auto (como con las mochilas) se cree que el precio es directamente proporcional a la seguridad, es decir, cuánto más caro, más bueno o más seguro. Esto es falso y una cosa no tiene que ver con la otra. Muchas de las sillas de coche de precios medios son más seguras (y con esto me refiero a que han obtenido más puntos en los tests) que otras mucho más caras. Si tenéis dudas, os recomiendo leer: http://acontramarcha.com/
Si bien los productos de los que os hablo a continuación no son poco aconsejables o peligrosos desde el punto de vista de la seguridad, creo que es conveniente que seáis prudentes antes de regalarlos, ya que puede no ser del gusto de los padres.
- Chupetes y biberones. Es un regalo muy típico para bebés pero… ¿y si los padres no quieren hacer uso de ellos? Ya sabéis que el uso de tetinas está contraindicado hasta que la lactancia materna está completamente establecida (un mes o mes y medio). Y es probable que pasado este tipo, los padres o el mismo bebé no quieran saber nada de aquello que no sea una teta. A no ser que sepáis seguro que es un regalo deseado es mejor descartarlo.
- Juguetes no acorde a la edad de los niños. Un clásico. Muchas veces se piensa que por regalar un juguete de una edad superior respecto a la del pequeño, este va a aprender a hacer más cosas, o a ser más inteligente, o qué se yo. A mi hijo, con 6 meses, le compraron cosas para 18 meses. De vuelta a la tienda y el comprador, encima, ofendido. Pues sed sensatos, si tiene 12 meses no compréis juguetes para 6m (porque se aburrirá con ellos) ni para 24m (porque no los entenderá y se frustrará o incluso porque pueden ser peligrosos por contener piezas pequeñas).
- Juguetes bélicos o sexistas. Debemos evitar a toda costa aquellos juguetes basados en la violencia y/o el sexismo (ya sea con hechos, diálogos, etc.) o que promuevan estereotipos poco adecuados para los pequeños. Están en una etapa en la que son como esponjas, así que aprovechemos para transmitirles valores positivos.Y olvidaros de que las muñecas y las cocinitas son para niñas y los coches para niños… Dejad que los pequeños jueguen con todo tipo de juguetes y artilugios y si están en edad de elegir, no seáis cerrados de mentes y no caigáis en estereotipos. Aquí os dejo una infografía que os ayudará.
- Juguetes que pueden horririzar a los padres: excesivamente ruidosos o molestos, que ocupan demasiado espacio, etc. Hay juguetes odiosos. Y punto. Cada uno tiene manía a un tipo de cachivache en particular. Yo no soporto aquellos de ruidos estridentes, repetitivos y cansinos que, además, dicen cosas sin sentido que no aportan nada y con el que los niños sólo aprenden a pulsar botones. Mi hijo sabe encender y apagar cosas casi desde que estaba en la barriga, ¡que lo lleva en los genes! Otras personas odian los instrumentos musicales, o los juguetes aparatosos porque viven 4 y los gatos en un piso de 60 metros cuadrados… Sed considerados y no los putéeis hagáis enfadar.
¿Qué os parece mi lista de juguetes y utensilios poco recomendables? ¿Añadiríais alguno más?
Gracias por citar nuestro artículo sobre las diferencias estre mochilas ergonómicas y colgonas. Entre todos poco a poco conseguiremos que la información para un porteo ergonómico y saludable llegue al máximo de familias. 🙂
Un abrazo!
Gracias a vosotros por pasaros por el blog! Queda tanto por hacer…toda colaboración es poca! 😉 Un fuerte abrazo!
Me encanta la imagen de ¿Cómo saber si un juguete es para un niño o una niña? Más razón no puedes llevar. ¡Feliz miércoles!
Es que parece que hay regalos que son unisex (libros, peluches, etc.) pero cuando más mayores son…más comentarios hay al respecto de los juguetes que elegimos… El día de la merienda M. se pasó todo el rato jugando con la cocinita y yo encantada… pero ya me han dicho un par de veces que eso “son juguetes de niñas”… Vivimos en el siglo XVIII….
Nosotros estamos igual con el sobri. Es un niño, pero le encantan las muñecas, disfrazarse… Y siempre hay algún comentario “feo”. ¡Que juegue a lo que quiera! Es mas, este fin de semana le regalamos una muñeca que quería y no veas su cara de felicidad. El problema lo creamos nosotros.