Había prometido no escribir este post hasta que no se me pasara el cabreo pero va, voy a tirarme a la piscina. No entiendo a la gente. Así, en general. No sé cómo a veces no nos extinguimos como raza humana. ¿Cómo podemos quedarnos sentados, impasibles, ante según qué situaciones e injusticias? ¿A qué se debe ese conformismo tan desquiciante?
Llegados a este punto, y después de lo que he visto las últimas semanas, realmente no sé qué es lo que nos mueve. Porque ni siquiera lo más importante, lo más sagrado, lo que más queremos, hace que levantemos el culo de la silla para decir: NO. Por ahí no paso. Esto no está bien. Esto no se puede permitir. Y decirlo alto. Y claro. Y las veces que haga falta.
Vivimos en la era de la información y las comunicaciones. Las noticias, la veracidad de la información que tenemos es algo que generaciones pasadas no tuvieron y no lo estamos aprovechando. Es cierto que hay mucha desinformación y infoxicación, muchos bulos e información no contrastada. Sin embargo, es innegable que estamos hiperconectados, comunicados e informados 24/7.
Es verdad que esto del conformismo es intrínseco de cada persona. Cada uno es como es. Será que yo siempre he sido porculera de base y no me conformo con facilidad. Tengo tendencia a protestar, a quejarme y a opinar. Bueno, en realidad, pienso que es algo que deberíamos hacer todos. Hay situaciones en las que conviene pasar por el aro porque los beneficios no compensan o el problema no es grave.
Pero no puede ser la norma. No puede darnos igual todo. No importa si siempre se ha hecho así, si está regulado, si está escrito o si nadie más se revela. Pienso que tenemos que tomar conciencia de aquello que nos rodea y gritar: hasta aquí. Y, como digo, especialmente cuando esto conlleve alguna situación de peligro y se vulneren nuestros derechos.
Pero visto lo visto, este no es el pensamiento mayoritario. No es la prioridad de algunas personas, que piensan en que revelarse les va a traer más problemas que ventajas, prefieren agachar la cabeza y mirar para otro lado. Conformismo, puro y duro. Y yo me pregunto, ¿hasta cuándo? ¿Qué tiene que suceder para que reaccionemos?
Hasta aquí mi desahogo /paranoia /queja de hoy.