Copa_menstrual

Mi experiencia con la copa menstrual (II parte)

Tras varios meses de pruebas y de mete-saca con la copa menstrual ha llegado el momento de publicar la segunda entrega de mi experiencia con ese artilugio (aquí podéis ver la primera parte). Como ya os adelanté en su momento, las primeras impresiones fueron muy buenas. Pues bien, ahora me chifla. No podría vivir sin ella. De mi vida han desaparecido los odiosos tampones y uso compresas muy de vez en cuando (alguna que otra noche). En el post de hoy os voy a contar qué he aprendido en estos mesecillos y algunos truquis para que vuestra relación con la copa sea de total y absoluta adoración.

Uno de los mayores miedos cuando empecé a usa la copa menstrual era si iba a tener pérdidas. El período de prueba que me di para aprender a manejarla (entre 3 y 5 meses) ha concluido con un total de: 0 pérdidas. Todo un éxito. En alguna ocasión he tenido la sensación de que no estaba correctamente colocada y eso iba a ser un auténtico fail, pero qué va. Ya la manejo con soltura y me la pongo en un pis pas. Para introducirla hay que doblarla previamente y buscar una postura cómoda que nos permita maniobrar bien (a mí me funciona ponerme de cuclillas). Hay diversas maneras de doblarla, las más comunes: en forma de “c” o plegado inferior. A mí ambas de van igual de bien, así que os aconsejo que probéis y elijáis cuál os convence más.

Plegado copa menstrual

Copa menstrual

Un truquillo para pone bien la copa menstrual es tener en cuenta hacia donde apuntáis. La vagina no está perpendicular al eje del cuerpo, por lo que si la ponéis completamente recta, os arriesgáis a que haya perdidas. Debéis ponerla un poco inclinada, apuntando hacia el culete para que se coloque correctamente.

También me la saco bastante fácilmente (esta parte cuesta un poco más, pero no he tenido ninguna crisis en plan: ¡socorro, que alguien me saque ese cacharro de ahí!). Al principio no sabía cómo hacerlo, tiraba del palito que hay pero leí que así se me iba a romper en dos días. La mejor manera (o al menos, la que a mí me funciona) es empujar con la vagina para bajarla al máximo (si habéis tenido un bebé, os acordáis de los ejercicios de Kegel, ¿no? Pues más o menos. Eso ayuda muchísimo, ya que luego, sólo tenéis que buscar la base de la copa, presionarla un poco para que se rompa el vacío y extraerla.

El palito en cuestión (que no sé muy bien qué función tiene) lo he cortado casi en su totalidad. Me molestaba un poco en algunas ocasiones y una vez aprendí a sacármela correctamente, lo corté. Ha sido un gran acierto.

El otro tema que me espantaba es lo finolis que soy y el ascazo que me daba. Pues a todo se acostumbra una, y ni asco ni nada. Al ser silicona, todos los residuos de la copa menstrual se van muy fácilmente (la copa no queda manchada ni impregnada, es cuestión de vaciarla y pasarle un agua o un papel si no tenéis agua a mano – típico de un baño público donde el lavamanos está fuera). Leí en algún blog que no era recomendable limpiarla con jabón. Estuve investigando un poco y lo aconsejable es limpiarla con agua fría y un jabón neutro o de higiene íntima, así que no tengáis miedo. De tanto en tanto (normalmente cada dos días y al final del ciclo) la meto en el vasito esterilizador y la hiervo. Y limpita hasta nuevo uso.

Y por último, el tercer aspecto que me echaba para atrás, era que veía que la copa tiene muy poca capacidad. O eso me parecía. Es curiosos porque he pasado de cambiarme el tampón cada hora o dos horas como máximo, a poder llevar la copa hasta 7 horas seguidas los días de regla más abundante. Esto, además de una gran comodidad, implica que la zona se reseca menos, hay menos infecciones, menos riesgo de infecciones, menos residuos… No sé, la verdad es que solo veo ventajas ¡Y NO SÉ PORQUÉ NO ME LANCÉ A COMPARLA ANTES!

Si os lo estáis pensando… os recomiendo que lo probéis. No se trata tampoco de la inversión de vuestras vidas (rondan los 25 euros) y quizás os pasa como a mí, que ahora no puedo vivir sin ella.

¿Y vosotras, ya os habéis animado a probarla?

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Un comentario en “Mi experiencia con la copa menstrual (II parte)

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