El juego simbólico es una de las formas de juego más espontáneas en los niños. A partir de los 2 años, aproximadamente, empiezan a recrear situaciones y escenas de su día a día, imitando momentos de la vida familiar y de su entorno. El juego simbólico es clave para su desarrollo educativo porque favorece la creación de representaciones mentales, la ampliación de estructuras lingüísticas y el desarrollo de su imaginación, entre otros beneficios. Hoy os hablo del juego simbólico y su impacto en los niños de la mano de Lilliputiens y sus juguetes para todas las edades.
El juego simbólico: la base
El juego simbólico acompaña a los niños durante distintas etapas de su infancia, siendo uno de los primeros que aprenden de manera casi natural y adquiriendo mayor complejidad a medida que van creciendo.
Aunque su desarrollo es bastante espontáneo, una buena base para iniciar a los pequeños en el juego simbólico es el juego compartido, es decir, esos ratos de juego junto a mamá, papá, los abuelos, los hermanos… en los que se empiezan a plantear situaciones simbólicas.
Es a partir de los dos años de edad (de manera generalizada porque hay que tener en cuenta la madurez de cada niño) cuando los pequeños empiezan a simbolizar y a adoptar distintos roles en sus ratos de juegos y son capaces de recrear situaciones imaginarias e imitar escenas de la vida cotidiana.
El juego simbólico les permite, por tanto, reconocer y expresar emociones; desarrollar su imaginación y comprender el entorno que le rodea y ser capaces de representarlo. Todo ello contribuye a desarrollar su lenguaje con estructuras cada vez más complejas y nuevo vocabulario.
Juguetes y juegos simbólicos
Podríamos decir que juego simbólico es aquel juego libre y no dirigido que permite al niño jugar en un mundo entre lo real y lo imaginario (porque se recrean situaciones ficticias basadas en momentos reales).
Las cocinitas, supermercados, coches, muñecos, juegos de oficios (peluquería, taller mecánico, escuela…) son algunos de los favoritos de los niños porque les ofrecen un sinfín de posibilidades distintas a la hora de jugar. Y es que precisamente una de las claves del juego simbólico es que nunca se repiten las mismas situaciones, ya que su imaginación les permite cambiar las escenas, los roles, los ritmos y los personajes de su mini mundo para así hacerlo más atractivo y único.
el juego simbólico de Lilliputiens
La marca belga de juguetes Lilliputiens, conocida internacionalmente por su amplia colección de juguetes para bebés y decoración, apuesta por el juego simbólico desde sus primeros meses de vida con peluches, minipersonajes, muñecos y accesorios diversos con los que compartir ratos de juego en familia.
Su seña de identidad son sus diseños dulces y delicados, con materiales sostenibles y respetuosos con el entorno y los pequeños. Así hemos podido comprobarlo con los vehículos de la línea “estoy creciendo” dirigida a niños a partir de los 2 años.
¿Qué niño puede resistirse a un camión de bomberos? Este cautiva a grandes y pequeños por sus colores y posibilidades: alargar la escalera y desenrollar la manguera para apagar cualquier fuego.
Y ¿qué me decís de la grúa? Lista para solucionar cualquier avería en el vehículo y transportarlo hasta un sitio seguro.
El volquete y el tractor completan la colección de vehículos que destacan por su atractivo diseño y materiales, madera de haya, pintura a base de agua y neopreno.
Beneficios del juego simbólico
En resumen, los beneficios del juego simbólico en el ámbito educativo y emocional son diversos:
- Desarrollo de su capacidad para imaginar
- Comprender el entorno que le rodea y ser capaz de representarlo
- Reconocer y expresar emociones
- Habilidades motoras (a la hora coger objetos, experimentar con ellos, desplazarlos…)
- Reconocer situaciones reales e imaginarias
- Desarrollar su lenguaje con estructuras cada vez más complejas y nuevo vocabulario
- Representar roles distintos
- Juego compartido (en familia y con otros niños)
Como véis, del juego libre en el entorno familiar y de la propia naturaleza de los pequeños nace esta curiosidad e interés por imitar, descubrir y recrear todo tipo de escenar que, además de ser un fantástico pasatiempo, es una bonita manera de aprender mediando el juego.
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Un comentario en “El juego simbólico: clave para el desarrollo educativo”