Sin duda este verano los libros de actividades van a ser protagonistas. En nuestro caso, estamos trabajando estos días con los cuadernos para aprender a leer de la Editorial GEU porque cuentan con actividades variadas y entretenidas. Así, resulta motivador para los pequeños realizar ejercicios a la vez que refuerzan algunas materias escolares. El objetivo no es pasarse el verano delante del papel haciendo caligrafía, pero en nuestro caso necesitamos unas rutinas periódicas y realizar actividades que le permitan concentrarse y relajarse.
Cuadernos para aprender a leer
Los dos pilares fundamentales del último curso del mayor, p5, han sido la lectoescriptura y el cálculo. Junto con el desarrollo correcto del trazo, las actividades que han ido realizando en clase estaban centradas en consolidar estas áreas para llegar a 1º (¡palabras mayores) lo mejor preparados posible.
Pero claro, la pandemia y la finalización de las clases en el mes de marzo, ha trastocado todos los planes docentes por lo que, los padres, hemos tenido que coger un poco las riendas para que los conocimientos consolidados durante el curso (y muchos pendientes de adquirir) no cayeran en saco roto.
Nosotros compartimos el criterio pedagógico de aprender jugando y adquirir conocimientos a través de propuestas y retos que sean motivadores; ya sea con juegos, fichas, ejercicios dinámicos…
La Editorial GEU cuenta con distintas propuestas resultado de años de práctica docente. En este caso, se trata de una colección de cuadernos para aprender a leer, iniciando a los niños en el hábito de la lectura y la escritura de una manera lúdica y sencilla.
Las distintas actividades de los cuadernos para aprender a leer sirven para trabajar la expresión oral y escrita a través de ejercicios cortitos. De esta manera, para los niños no resulta pesado ponerse a ello y pueden hacer varias tareas seguidas e ir avanzando contenidos.
Aprender y divertirse: todo un reto
Plantear este tipo de actividades a los niños a veces es todo un reto. Al mío, por ejemplo, le cuesta mucho ponerse a ello, aunque cuando empieza las acaba sin problema. Las rutinas le van genial porque así sabe cómo organizamos el tiempo y las distintas actividades que hacemos a lo largo del día. Pero este verano, sin campus de verano ni un horario fijo, están mucho más descontrolados.
Para que los pequeños tengan interés por realizar este tipo de tareas tienen que verlas como algo atractivo, nunca como una imposición, y mucho menos como un castigo – nada de decir “como no me has hecho caso antes, ahora harás una ficha” porque entonces conseguimos justo el efecto contrario: el rechazo.
¿Cómo plantearlas, entonces? Una buena forma de hacerlo es intercalarlas con otras actividades. Los niños, por norma general, juegan un rato a cada cosa y cambian muchas veces de juego o tarea. Ahora manualidades, luego construcciones, después la cocinita… Y, eso también pasa, hay ratos que no saben qué hacer, a qué jugar, y necesitan (al menos los míos) actividades dirigidas.
Es ese momento el que yo aprovecho para proponerle alguna tarea de lectura, escritura, un juego de cálculo, una ficha de trazo… Y es que no se trata de pasarse la mañana haciendo “deberes” si no de combinarlas con juego libre, juego acompañado y otras actividades. El día es muy largo y hay tiempo para todo.
Colección de cuadernos para aprender a leer de la Editorial GEU
Esta colección de cuadernos para aprender a leer está dirigida a los niños de la etapa de educación infantil. Está formada por una guía y 10 libros de distinto nivel de dificultad, de manera que en cada etapa escolar nos pueden venir bien para reforzar o ampliar algunas cuestiones.
- 1 cuaderno rosa: vocales
- 5 cuadernos naranjas: sílabas
- 2 cuadernos verdes: sílabas inversas y mixtas
- 2 cuadernos azules: sílabas con sinfones
Aunque la colección está formada por 10 libros, lo cierto es que las actividades son cortas, para hacer en un período breve de tiempo.
Están planteadas de manera muy visual y representativa, con ilustraciones a todo color, para llamar la atención de los pequeños y hacerlas atractivas. Muchas de ellas, una vez cogen la dinámica del cuaderno, las pueden realizar de forma autónoma, mientras que para las más complejas necesitarán del apoyo y supervisión de los papis.
Entre las tareas que encontramos en los cuadernos para aprender a leer, destacan las de rodear letras o sílabas (discriminación visual), formar palabras, seleccionar la palabra correcta de cada oración (comprensión lectora), unir sintagmas con su dibujo correspondiente, recortar sílabas y formar nuevas palabras, entre otros.
Todas ellas están escritas con letra ligada, que normalmente se introduce cuando ya se ha consolidado la de palo.
De momento, para su edad ( casi 6 años) son asequibles el cuaderno rosa y la mayoría de actividades de los naranjas, así que vamos poco a poco, con la idea que él resuelva con éxito los ejercicios cuyos conocimientos tiene adquiridos.
Dentro de esta misma colección tenéis los libros para aprender a escribir, siguiendo la línea de los cuadernos para aprender a leer.
¿Cómo planteáis vosotros el día a día este verano con los peques? ¿También hacen actividades de este tipo?