Hoy quiero hablaros de uno de los regalos estrella de estas navidades, el libro “Conejito, buenas noches” de Lilliputiens. Desde que descubrí los “quiet book” tenía muchas ganas de tener algo parecido para M.; un libro acorde a su edad, entretenido, con el que pudiera aprender varias cosas y que nos pudiéramos llevar a cualquier sitio. Como no me he lanzado aún a hacerle yo misma un “quiet book” (todo se andará) pues estuve navegando por internet hasta que di con esta marca.
“Conejito, buenas noches” de Lilliputiens es un libro grandote de tela (25 x 25 cm), por lo que es muy blandito y no hay peligro de que lo rompa ni de que pueda lastimarse con él. En él hay tres páginas dobles distintas: la cocina, el baño y la habitación con elementos interactivos y objetos de quita y pon con velcros. En estos escenarios, el conejito puede realizar diferentes acciones (del mismo modo que el peque, mamá o papá). Cuando llega la hora de cenar, el conejito va a la cocina, en la que hay armarios y cajones que se abren y cierran con los utensilios habituales (ollas, cubiertos, comida); hay una gran nevera con un biberón y un montón de comida, un babero, una silla para sentarse…
En el cuarto de baño tenemos un mueble con un espejito en el que mirarse, un peine y un cepillo de dientes para realizar nuestras rutinas de higiene diarias y en la página contigua, la bañera en la que meter al conejito con una manopla para frotarle bien y una alcachofa de ducha extraíble, un traje de baño para el protagonista, una toalla…
Por último, llega la hora de dormir y nos vamos a la habitación. A través de la ventana vemos que se ha hecho de noche y la luna ha hecho su aparición; podemos jugar un rato a la pelota, con el coche o leer un libro de texturas y tras el juego, meter los juguetes en el baúl. Después, damos las buenas noches a mamá y papá conejito y nos metemos en la cama con nuestro peluche favorito.
“Conejito, buenas noches” de Lilliputiens se cierra con cremallera (esto está genial porque además permite que las piezas queden bien guardadas en el interior y así no se pierden) y lleva incorporada un asa a modo de maletín. Es muy fácil de transportar; para nosotros es el juguete viajero: ese que acompaña al peque en el coche, cuando vamos a comer fuera, a casa de los iaios…Porque le encanta y le entretiene mucho.
Lilliputiens tiene varios libros de este estilo (el de Caperucita Roja es puro amor), pero “Conejito, buenas noches” me gustó porque enseña unas rutinas determinadas y que a mí, personalmente, me interesa que el peque las aprenda. Sin apenas haberle enseñado mucho, él solito le da el biberón al conejito, le lava los dientes, le peina, lo mete en la bañera y se pone la manoplita en el dedo para limpiarle bien… Además, me gusta mucho como interactúa con cada elemento, lo observa, lo toca, lo pega y despega…
Lilliputiens es una marca belga y, no os voy a engañar, es un poco cara. Este libro en concreto cuesta unos 50 euros. Es cierto que este tipo de productos están confeccionados a mano y eso hace incrementar el coste, además de su calidad y originalidad. Además de libros de tela tienen un montón de propuestas súper chulas para los peques, así que os invito a que visitéis su página web para descubrirlas.
¿Qué os parece el libro? ¿Tenéis algún juguete de este estilo en casa?
Es una pasada! Muy recomendable!
Que chulo!!!