Los celos entre hermanos creo que es una de las cosas que más escuchamos los padres cuando tenemos otro hijo. Desde que el hermano está en la barriga, los mayores se hartan de escuchar frases sobre este tema, algunas sin mala intención, pero que en el fondo creo que los condicionan a comportarse de una u otra manera. Y yo empiezo a estar un poco cansada que cualquier cosa se relacione con esto o sea motivo para sacar a relucir la maldita palabra: CELOS.
3 años de diferencia
Mi hijo no tiene celos de su hermana. Sus padres así lo creemos y nadie como nosotros conoce a M. No sé si en el futuro los tendrá (adivinos todavía no somos) pero a día de hoy, puedo afirmar que 19 meses después de convertirse en el hermano mayor, no tiene celos de su hermana. Y me toca bastante las narices la gente que se empeña en que sí. Que todo lo que hace es por celos.
No sé para el resto de la humanidad, pero para mí los celos son un comportamiento negativo, de envidia, de malestar, de querer chinchar al otro porque consideras que le prestan más atención que a ti. Y no, no todos los niños tienen celos ni tienen porque tenerlos. No hay una pauta a seguir y, como es evidente, no todos los niños son iguales.
Pero los celos no son comerte a tu hermana a besos, o querer que tu padre te coja en brazos o tener una rabieta. ¡Mi hijo ya tenía rabietas antes de tener una hermana! Y hacía cosas para llamar la atención, o tenía días difíciles. Vaya, como el 99% de los niños.
LO NORMAL
Pero nada, qué sabremos nosotros que somos sus padres. Para algunas personas mi hijo tiene unos celos fuera de lo común porque cuando su hermana se despierta de la siesta y lleva varias horas sin verla, la abraza hasta dejarla sin aliento, o porque quiere acurrucarse junto a ella por la mañana o quiere que le cojamos en brazos cuando está cansado. Sí, tiene unos celos enfermizos y por eso no para de repetir que está “muy contento de que hayamos traído una hermanita a casa”.
Sí, a veces le quita los juguetes, y la hace enfadar…. pero también me lo hace a mí y a otros niños. Porque los 4 años es la etapa del YO y ESTO ES MÍO. Haya hermanos o no.
LA INSISTENCIA
A veces creo que de tanto oír según que frases (que tonto no es) acabará teniendo celos. Con lo fácil que sería si algunas personas se mordieran la lengua… pero no, es más fácil etiquetar y hacer afirmaciones tajantes sobre los hijos de los demás porque los ven un rato al día. Santa paciencia.