17Meses

17 meses: adiós bebé, hola niño

Es oficial. Aunque me cueste aceptarlo, ya no tengo un bebé. Mi pequeño, de 17 meses, ha pegado un gran cambio las últimas semanas y ya es un niño. Los meses en los que se comportaba como un bebé las 24 horas de día han quedado atrás y ahora empezamos una nueva etapa.

Por un lado estoy contenta, pero por otro… ¡es mi bebé! Quiero decir….era. Pero la infancia es como una carrera de obstáculos donde se van superando etapas y cada poco tiempo empieza una fase nueva. Hasta ahora no había notado un cambio tan grande, pequeñas cosas semana tras semana pero… un cambio tan notable, nunca.

Las novedades en M. empezaron en Navidades. Cuando cumplió 15 meses ya notamos que algo era distinto…Durante unos días tuvo una mamitis muy, muy exagerada que no me permitía hacer prácticamente nada. Al principio pensé que era un retroceso porque ya llevábamos tiempo sin enfados ni lagrimones cuando yo me iba. Pero como siempre, resignación y paciencia que no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo aguante). Y de repente…zas! Empezó a andar. A los 15 meses y medio. Y se me hizo mayor. Se nos hizo un niño mayor.

Desde entonces, pasa mucho rato jugando solito (la mayor parte del tiempo yo estoy con él, pero otras veces se queda solito en el salón con sus juguetes y sin protestar, cosa impensable hasta hace bien poco); entiende casi todo lo que le decimos (no quiere decir eso que nos haga caso siempre, pero lo entiende y se nota); realiza acciones cotidianas que le decimos (son tonterías como llevar el pijama a lavar, irse a su cuarto a la hora de la siesta, al sofá a “hacer teti” o nos trae cosas si se las pedimos…)… Si hace alguna trastada o coge algo que no debe, lo capta al segundo y deja de hacerlo; si le reñimos cuando la trastada es de órdago, sabe perfectamente que está mal y antes de volver a hacerlo nos mira porque sabe que eso no se debe hacer.

En otra de las cosas que ha evolucionado muchísimo es en el habla. Desde hace varios meses que casca hasta por los codos, lo repite todo y conoce mucho vocabulario (y lo sabe relacionar) pero ahora empieza a hacer frases sencillitas y pronuncia cada letra de cada sílaba que es un alucine. Y esa parte es la que hace que esta etapa sea tan graciosa. Oír como imita lo que decimos, como habla con los muñecos e intenta tener conversaciones de mayor es divertidísimo. Me podría pasar horas mirándolo…

Otro pequeño gran paso ha sido el dormir. Aún nos queda mucho camino en este sentido (si los dientes y los mocos nos dieran tregua, mucho mejor) pero se nota se hace mayor porque en muchas ocasiones cuando se despierta se vuelve a dormir solito. Se gira, nos toca para ver que estamos ahí, y se duerme. No siempre es así, porque muchas veces reclama el pecho para volver a relajarse y dormirse, pero en algunas ocasiones, sí. Poco a poco.

Y por último, mi cambio preferido, los besos y mimos. Ahora que entiende muchas cosas se ha vuelto un mimoso de cuidado que lo primero que hace al despertar es dar besitos a mamá y papá y así se pasa el día…besuqueándonos. No hace falta que os diga que muero de amor, claro.

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