En la infancia hay algunos hitos que solemos destacar por encima de otros, a los que les damos más importancia, por así decirlo, como es el caso del gatear, andar o hablar. Sin embargo, hay muchas otras capacidades que son importantes y que podemos enseñar a nuestros peques para contribuir a su desarrollo. Se trata de pequeñas tareas para mejorar las habilidades de los niños que pueden empezar a realizar desde bien pequeños para ir adquiriendo unas rutinas, a la vez que ellos se lo pasan en grande. Los ejemplos que citaré son algunos de los que hemos visto en casa que nuestro hijo puede ir haciendo, pero, como siempre, eso dependerá de vosotros y de cada niño. En mi opinión, son hábitos que podéis ir enseñando a partir de los 12 meses.
Tareas y rutinas para mejorar la coordinación y psicomotricidad
- Lavarse las manos y la cara. Lo que empezó siendo una necesidad evidente (tengo un hijo que lo pringa todo después de comer) de lavarle a fondo manos y cara después de devorar la comida, ha pasado a ser una rutina que hace él solito varias veces al día. Primero empecé haciéndolo yo, pero enseguida vi que se enfadaba porque lo quería intentar él.Mi primera idea fue subirlo a un taburete para que alcanzara el lavamanos, pero como es un nervio y no para quieto, descarté esa opción. Como el bidé es un imán para él, ese es su sitio de aseo. Aún no ha descifrado por sí mismo cómo se enciende el grifo, pero él va hacia allí, levanta la tapa, yo enciendo el grifo y él se frota las manos y los morritos. Y luego se seca en la toalla. Bueno, y lo pone todo perdido de agua, pero es un mal menor.
- Comer solo. Esta fue la primera tarea que decidió hacer solo. Tuvimos una época en la que se negaba a que le diéramos de comer, y aún no sabía usar los cubiertos, así que empezó a comer de forma autónoma con las manos. Con mucho éxito, la verdad. Poco a poco, le fuimos enseñando a coger la cuchara y a pinchar con el tenedor y llevárselo a la boca.Este avance ha sido muy importante. Por un lado, su motricidad fina ha mejorado muchísimo y ahora es capaz de coger y soltar cosas muy pequeñas con gran precisión y, por otro lado, nos permite comer más tranquilos en la mesa. Así, seguimos comiendo todos a la vez, y en menos tiempo.
- Cepillarse los dientes. Este hábito se lo hemos enseñado nosotros. Hacia los 12 meses le compramos un cepillo de dientes infantil para cepillarle los pocos dientes que asomaban. Sin pasta de dientes, solo con agua. Como los niños son grandes imitadores, enseguida quiso cogerlo él para limpiárselos. Es más, ahora, después de cada comida, sabe que toca lavarse las manos y los dientes, y él solo lo pide.Leí una vez (no recuerdo dónde) que cepillarse los dientes es una de las tareas más difíciles para un niño. Doy fe. Coordinar ese movimiento de mano es realmente complicado, así que obviamente los dientes se los limpia fatal, luego hay que darle un repaso, pero me gusta pensar que es un hábito que va adquiriendo en forma de juego y va aprendiendo algo que, a la larga, tendrá que hacer solito.
- Peinarse: Usar el peine con el peque es algo que me ha enseñado él a mí, tengo que reconocerlo. Como no soy muy fan de llevar al niño repeinado, normalmente le paso un poco la mano para ponerle los pelitos bien, y arreando. Pero como las abuelas son muy partidarias de repeinarlo casi con la raya al lado, un día el peque empezó a decir que lo peinara (sí, con 15 meses empezó a mandar ya en eso también). Así que antes de salir, chorrito de colonia y se peina un poco.
Juegos que enseñan a ayudar en casa
- Poner la ropa sucia en el cesto. Un día, medio en broma, se me ocurrió decirle al peque que llevara su pijama usado al cesto de la ropa sucia. Tenía unos 14 o 15 meses. Y lo hizo. Y me quedé muerta. Esa tarea que hacíamos a diario desde que nació, estaba grabada en su cabecita, y desde entonces, cada día, él solo la realiza.
- Tirar el pañal a la basura. Lo mismo que en el caso anterior. Cuando el pañal es una bomba de relojería con contenido delicado, es decir, que hay caca por un tubo, el pañal lo tiro yo. Pero si solo hay pipi, él lo lleva a su cubo correspondiente (que también le estamos enseñando a reciclar y segregar los residuos, ¿qué os pensáis?)
- Recoger los juguetes. De todas las tareas que hace esta es la más divertida. Cuando el salón parece la jungla… Mejor dicho, cuando ya me he cansado de que el salón parezca una jungla (porque si no, sería cada 10 minutos) nos ponemos a recoger los juguetes. Los cuentos al cesto de los cuentos, cada pieza del puzle en su caja correspondiente, los peluches a su sitio, etc. Él se lo pasa pipa, es como un juego más, y yo le intento enseñar un hábito que considero muy importante: mantener las cosas recogidas y un poco de orden.
Estas tareas que os he explicado son formas de jugar para los niños. Y así debe seguir siendo. Jamás impongo al peque que se ponga a recoger los juguetes o lleve el pijama a lavar, son cosas que son divertidas pero a veces por el camino cambia de idea y se distrae con cualquier cosa. En ese caso, la tarea la termino yo.
Como os comentaba al principio, no tenéis porque enseñarle justo estas tareas. Quizá veis que vuestro hijo puede “echaros una mano” en la cocina; o que le gusta mucho jugar con las plantas del jardín y regarlas; que se lo pasa en grande cuando os ve doblar la ropa… Hay múltiples opciones, sólo tenéis que observarle.
¿Cómo llevan los hábitos y rutinas vuestros peques? ¿Qué cosas hacen solitos?
Muchas gracias, me alegra que te gusten! un abrazo!
Me parecen geniales estas ideas. El mío es aún muy peque pero sin duda las pondré en práctica más adelante 🙂