Entrevista a Mamá al Cuadrado

“Me prometí a mí misma que, si lo conseguía, dejaría escrita toda nuestra historia para ayudar a futuros papás y así lo hice”

¿Quién es Mamá al Cuadrado?
Soy Ana, una castellana de 38 añazos recién cumplidos afincada en Madrid desde hace casi 15 años. La típica historia de la chica de provincia que vino a estudiar a la gran ciudad y se quedó atrapada aquí. Cuando no soy mamá al cuadrado, soy consultora tecnológica, trabajo que me apasiona, porque no lo puedo evitar: soy muy friki.

Hace 16 meses me convertí en mamá de mellizos, Guille y Nico, gracias a la reproducción asistida y, desde entonces, no puedo más que levantarme todos los días dando gracias a la vida por este doble regalo.

Ser mamá no ha sido nada fácil para ti, estuvisteis buscando un bebé 8 largos años. ¿Cómo fue el proceso?
Lo más complicado fue asumir que teníamos un problema. Siempre pensábamos que estábamos haciendo algo mal o nuestras relaciones no eran lo suficientemente “recurrentes”. Esta situación, y muchos viajes por compromisos profesionales de ambos, nos hizo perder 4 años que hubieran sido clave.

Ahí fue cuando decidí poner encima de la mesa el problema y comentárselo a mi ginecólogo. Después de una intervención de miomas para limpiar el útero e intentar embarazo durante un año más, pasaron a hacernos las pruebas de fertilidad, las cuales arrojaron un diagnóstico de esterilidad de origen desconocido, o lo que es lo mismo, todo estaba normal y no se conseguía identificar ningún problema.

Pasamos a los ciclos con OMIFIN y de ahí a una clínica de reproducción privada donde, después de varios negativos y muchas pruebas, conseguimos nuestro sueño al cuadrado.

¿Qué es lo que peor llevaste?
Lleve mal dos cosas. Por un lado, la presión de la gente con las típicas preguntas imprudentes de: ¿No vas a tener niños? ¿No te gustarías ser mamá? Y el archirepetido ¿no os animáis? Me hundían muchísimo los consejitos tipo: “se te va a pasar el arroz”, “tu sigue dejándolo y ya verás como no puedes” o incluso de los que sabían que los estábamos intentando: “son los nervios”, “relájate y verás”… Y, por otro lado, la frustración por no tener un diagnóstico claro de nuestra esterilidad. Mi cabeza necesitaba gestionar expectativas, saber qué pasaba y hacerme a la idea de mis posibilidades. Me costó mucho encajar esta situación, todo el mundo me pedía “fe” pero mi cabeza no paraba de darle vueltas al ¿qué nos pasará?

Soy muy llorona y reconozco que, derivado de estas dos situaciones, derramé lágrimas como para llenar el Mediterráneo 2 veces.

En tu blog cuentas con pelos y señales los problemas de infertilidad y tratamientos diversos a los que os habéis sometido. ¿Crees que esto ayuda a otras parejas en la misma situación?

Claro que ayuda y mucho. Da mucha esperanza verte reflejado en historias que han tenido finales felices aunque a veces piensas que nunca va a llegar el tuyo. Y vaya si llega. Me prometí a mí misma que, si lo conseguía, dejaría escrita toda nuestra historia para ayudar a futuros papás y así lo hice. A los tres meses de dar a luz, entre toma y toma, empecé a escribir el blog y aquí sigo. Me escriben parejas preguntándome sobre mi tratamiento, a veces desahogándose por la complicada situación que están viviendo y que poca gente de su entorno logra comprender, pero lo que me hace saltar de alegría es cuando me han vuelto a escribir comunicándome el embarazo. Solo eso hace que el esfuerzo de mantener el blog merezca la pena.

¿Cómo es el día a día con mellizos?
Pues mucho más fácil de lo que la gente piensa. La organización es la clave para poder llevar una vida gemelar y es cierto que nosotros somos bastante exigentes con el orden de las cosas, por lo que en pocas ocasiones hemos caído en situaciones de caos.

En casa nos ayuda una persona por las mañanas para echarnos una mano con las tareas domésticas y así el resto del tiempo lo aprovechamos al 100% con los niños. Los niños tienen establecidas sus rutinas prácticamente desde que nacieron, las cuales hemos ido adaptando según van creciendo. Eso nos ha dado mucha tranquilidad, ya que la mayor parte del tiempo tenemos “gestionadas sus expectativas” y, por tanto, evitamos situaciones de nerviosísimo y lloros en la medida de lo posible. Quiero aclarar que tener rutinas no es complicarse la vida ni atarse a estar en casa, ni mucho menos. Se pueden tener rutinas perfectamente fuera de casa, es absolutamente compatible.

Cada 3 semanas los abuelos se quedan por la noche con los peques para que los papás podamos salir por ahí a hacer vida de pareja y descansar por la mañana, o lo que es lo mismo, no madrugar. Son muy necesarios esos ratos de esparcimiento.

Para las compras uso muchísimo internet para todo. Siempre ando a la caza de ofertas, comparo y si me interesa suelo hacer grandes pedidos ya que tengo bastante sitio en casa para almacenar cosas. Así que, por un lado ahorro y, por otro, siempre tengo stock y no tengo que andar pendiente de si tengo o no de algo.

En cuanto a las vacaciones, pasa lo mismo: organización. De hecho siempre que salimos de casa nos preparamos nuestras listas para que no se nos olvide nada, porque sí que es cierto que algunos viajes son algo traumáticos en lo que logística se refiere, pero vamos, nada que no pueda arreglar una buena lista y siendo un poco prácticos.

Cuando nacieron los peques, iniciasteis la lactancia materna. ¿Cómo fue? ¿Diste el pecho mucho tiempo?
Yo tenía claro que al menos quería intentarlo. En el hospital que di a luz me ayudaron un montón con la lactancia materna pero aun así la tuvimos que dejar en mixta. Conseguí seguir con la lactancia mixta mes y medio más hasta que ya no me quedó ni una gota de leche. Aunque no la pude extender más tiempo estoy muy contenta de haberlo intentado y de haber vivido esas sensaciones.

Tengo entendido que practicáis el colecho. ¿Cómo es dormir 4 en una misma cama? (¡nosotros somos 3, y a duras penas cabemos!)
Aunque no fueron a la incubadora, mis hijos fueron algo prematuros, nacieron a las 36 semanas. Desde el momento que nacieron el cuerpo nos pedía, tanto a su padre como a mí, mucho piel con piel y colecho, no podíamos separarnos de ellos, estábamos totalmente enganchados. Así que cualquier momento era estupendo para tener a los niños con nosotros en nuestra cama.

Cuando papá empezó a trabajar después del permiso de paternidad y algunos días de vacaciones, yo dormía con los niños en otra habitación (para no despertarle durante la noche, si era posible) la mayoría de los días dormíamos los tres juntos. Recuerdo esa etapa como muy dura, sobre todo por todo el tema de las tomas nocturnas, pero a la vez preciosa, dormir abrazada a ellos era increíble y más increíble cuando ellos se acurrucaban a mí.

A medida que han ido creciendo, la dedicación al colecho ha ido disminuyendo, evidentemente en parte por el espacio, pero aun ahora, siempre sacamos un rato para dormir la siesta con ellos o que se queden con nosotros en nuestra cama hasta que se duerman, sobre todo, los fines de semana. Es lo que llamamos el “planazo”, porque nos encanta meternos los cuatro en la cama y jugar con las sábanas y abrazarnos hasta que se quedan dormidos, que mejor plan que ese, ¿no?

¿Qué consejos le darías a quienes tienen un embarazo gemelar?
Me gustaría transmitir mucha tranquilidad. Es normal sentirse a veces asustada y abrumada al pensar en la llegada de dos bebés a la vez y si serás capaz de controlar la situación. Pero todo en esta vida es gestionable y la maternidad gemelar también lo es.

Ni caso a los que afirman “menuda faena”, “pues vaya paliza con dos a la vez”… En primer lugar, porque la inmensa mayoría no saben lo que es tener gemelos o mellizos y en segundo, porque la gente a veces es imprudente por naturaleza y con tal de opinar llegan soltar cualquier tipo de barbaridad.

Y no menos importante, disfrutar de la experiencia de ser mamá múltiple. Es una pasada vivir el embarazo, las ecografías de los dos bebés, la maternidad al cuadrado, ver como comienzan a interactuar entre ellos… Se viven momentos muy intensos y especiales en este tipo de maternidad, que no cambiaría por nada en el mundo.

No sé a vosotros, pero a mí esta entrevista me ha encantado. Ha sido un placer conocer un poquito más a Ana y quiero agradecerle, desde aquí, que nos haya contado su experiencia y su maternidad.

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4 comentarios en “Entrevista a Mamá al Cuadrado

  1. mamirecientecuenta dijo:

    Me ha encantado la entrevista. Sinceramente, pocas veces se habla de la infertilidad y que gente como mamá al cuadrado abra su corazón y cuente todas sus experiencias debe ayudar muchísimo a todas las parejas.
    Felicidades por ser mamá al cuadrado 🙂
    Saludos

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