Hace ya algún tiempo que leí una noticia que me sorprendió bastante: La lactancia materna y tener perro, entre los factores que fortalecen el sistema inmunológico del bebé. Si una cosa nos preocupa a los padres es la salud de los bebés y hacemos todo lo posible porque no entren en contacto con ninguna bacteria, tomando las precauciones necesarias y limpiando y esterilizando tanto como haga falta. Pues si hay algo que he ido aprendiendo con el tiempo es que, a veces, una higiene excesiva y mantener alejados a los peques de ciertos elementos no es para nada beneficioso, si no todo lo contrario.

Bacterias, necesarias para reforzar su sistema inmunológico

Sobre la lactancia materna no me voy a extender mucho. Tal y como recuerda la OMS es de sobras sabido y está más que demostrado que la lactancia materna refuerza el sistema inmunológico de los bebés, previene enfermedades como la diarrea o la neumonía y ayuda en la recuperación de otras enfermedades comunes.

Lo que quizá no es tan conocido es que mantener demasiado a raya a las bacterias y microorganismos no supone ningún beneficio. Según el estudio de la noticia, los ambientes demasiado estériles no son buenos para los bebés, mientras que exponerlos a ciertos microorganismos o bacterias ha demostrado que ayuda a estimular su sistema inmunológico.

Ya en las clases de educación maternal (también conocidas como preparación al parto) me quedé anonadada cuando la matrona comentó que biberones y chupetes no conviene esterilizarlos frecuentemente. Se recomienda hacerlo antes de un primer uso, pero si el día a día el chupete cae al suelo, simplemente hay que lavarlo bien, pero no es necesario hervirlo. ¿Por qué? Pues porque los bebés, desde el nacimiento, deben estar en contacto con microorganismos y bacterias habituales en su entorno inmediato. De esta manera, se reduce la posibilidad de desarrollar en el futuro alergias o padecer asma. Ojo, ¡esto no quiere decir que no limpiéis y el chupete vaya del suelo a la boca! Simplemente se trata de no obsesionarse con la higiene de las cosas de los peques, lavarlas de forma habitual es suficiente.

Tener perro, también ayuda

Fuente: Árbol ABC

¿Y qué pasa con tener perro u otra mascota? Pues también resulta muy beneficioso para los pequeños. Por un lado, tal y como comenta ese estudio, “la exposición a perros o gatos durante el primer año de vida de un bebé reduce el riesgo de alergias”. Para tener un perro hay que tener precauciones básicas, como evitar que les den besos en la boca y lavarse bien las manos tras jugar con ellos, y comprar un perrito que sea adecuado para los niños.

Tener un perro en casa tiene otros beneficios colaterales, como que ayuda a que los peques sean más sociables, les hace ser más responsables porque lo tienen que pasear y darle de comer, les hace mucha compañía…Vamos, que las mascotas cuidan de nuestros peques.

Si además, queréis comprar un perro con la garantía de un criador profesional os podéis informar en el Portal del Criador, una web que he conocido mientras preparaba este post y me ha parecido muy interesante y con consejos muy útiles.

Eso sí, y este es uno de los motivos principales por lo que hay que pensárselo dos veces, tener una mascota es una gran responsabilidad (y así se lo debéis transmitir a vuestros hijos) porque ni los perros ni ningún otro animal no son un juguete.

¿Vosotros tenéis perro u otro animal de compañía? ¿Cuál es su relación con el peque?