Nuestra última escapada con el peque ha sido por nuestra tierra, Tarragona. Durante un fin de semana hemos visitado Pratdip, un pueblecito muy poco conocido pero muy tranquilo y agradable para ir con niños. Situado en la comarca del Baix Camp, este municipio de la Serra de Llaberia tiene una propuesta interesante para escaparse a desconectar y descubrir un territorio algo misterioso.
Pratdip es tierra de dips. Los dips eran unos seres mitológicos, mitad perro mitad lobo, que han dado nombre al municipio. Y que forman parte de su cultura y de su atractivo turístico, ya que una de las propuestas para los visitantes es recorrer el municipio a la caza de los dips. Se trata de una actividad que entusiasma a grandes y pequeños y es muy original (o al menos, a mí me lo parece) porque permite descubrir los puntos de interés del lugar de manera muy divertida.
Qué hacer en Pratdip con niños
Además de la ruta de los dips, si visitáis Pratdip no os podéis perder su Castillo y su centro histórico. Podéis dejar el coche en un aparcamiento gratuito que encontraréis en la entrada del pueblo y subir a pie (unos 5-10 minutos). Al Castillo, como os podéis imaginar, se accede por unas escaleras algo empinadas, por lo que si vais con niños muy pequeños olvidaros del carrito (lo mejor es un buen portabebés ergonómico y echar a andar). Desde lo alto del monumento contemplaréis los encantos de la Serra de Llaberia, una visita que merece mucho la pena.
Pero para nosotros lo que tuvo más encanto de la escapada fue la visita al Centre Horus. Se trata de un centro de animales que ha hecho nacer de la nada Marc, un chico muy jovencito, con la ayuda de sus padres. En él podréis flipar con un montón de especies animales distintas, desde cerdos vietnamitas, aves exóticas, insectos, cabras, burros, gallinas, faisanes… Bueno, es imposible nombrarlas a todas.
Tengo que reconocer que al principio el centro no me llamaba la atención, pero decidí reservar la visita guiada porque los comentarios de la gente eran increíbles. Y ahora entiendo porque. La pasión de Marc es ese centro y sacarlo adelante, y eso se nota. El recinto es muy grande pero está muy bien cuidado, y las especies también, la mayoría de las cuáles son recogidas de gente que decide tener un animal exótico en su casa y luego se cansa. El Centre Horus se encarga de recogerlas, cuidarlas y curarlas (algunas llegan en un estado lamentable) y darles una nueva oportunidad. De verdad que es un trabajo asombroso y os recomiendo que lo visiteis (precio visita adultos: 8 euros por persona. Los niños de menos de 3-4 años no pagan).
Tampoco podéis perderos en Centre de Interpretació de la Serra de Llaberia. Tienen un horario algo limitado, por lo que conviene consultarlo antes de ir. Los domingos cierran, así que nos quedamos con las ganas.
Si queréis hacer más cositas por la zona (como senderismo, BTT…) o visitar los alrededores, podéis consultar la página web de Turismo. Son muy recomendables Vilanova d’Escornalbou, Hospitalet de l’Infant, Montroig del Camp, Cambrils, Salou….
Dónde dormir: Mas mariassa
La oferta hotelera en la zona no es muy abundante. Como recomendación chula, chula os aconsejo Mas Mariassa, donde nos hemos alojado nosotros. Se promocionan como un hotel gastronómico donde practicar slow life. Una pasada. Las habitaciones son muy chulas, de madera, acogedoras y con todos los detalles muy bien cuidados. La nuestra tenía bañera de hidromasaje, una cama inmensa, TV, ducha…
No es el típico alojamiento donde ir con niños, ya que está más bien pensado para ir en pareja en plan romántico pero Raquel nos recibió encantada y estuvimos súper cómodos. La verdad es que quedamos encantados, tanto del sitio como del trato recibido. Eso sí, de precio pica un poquito (podéis mirar ofertas en esta época del año que es temporada baja).
Mas Mariassa cuenta con 7 habitaciones y zonas de uso común (el salón, por ejemplo). El hotel tiene un pequeño spa en el exterior (que funciona también en invierno) y una zona espectacular para disfrutar en los meses de verano, con terraza, piscina, barra, carpas…. Cogimos media pensión y desayunamos y cenamos de lujo. Muy recomendable.
Dónde comer
Además de en Mas Mariassa, el primer día comimos en un restaurante situado al lado de la Ermita de Santa Marina de Pratdip: La cuina d’en Carlos. El entorno es muy chulo, merece la pena ir un rato antes para dar un paseo. Sin embargo, el restaurante nos decepcionó un poco. Es acogedor y sencillo, con una carta normalita, pero excesivamente cara para lo que ofrecen (unos 62 euros por un entrante, dos platos de carne a la brasa, dos postres, agua y copa de vino). En Pratdip tenéis otras opciones, lo mejor es googlear un poco y leer comentarios de los comensales.
Y hasta aquí nuestra escapada a Pratdip. Si no conoceis el pueblo, os lo recomiendo. Un viajecito para desconectar y relajaros en medio de la nada.
No lo conozco y creo que en cuanto pueda hacemos una escapada!!!
Verás como os gusta mucho. Tranquilidad, descanso… es ideal para un finde 😉 Un beso y gracias por comentar! 😉