Seguir a fulanito y menganito, etiquetar 3 amigos, compartir de forma pública… ¿Os suena no? Sí, lo sé, no solamente os suena si no que ya estáis hasta el moño de tanto sorteo en las redes sociales. Yo por lo menos sí. Amigos y compañeros bloguer@s, esto de los sorteos con las marcas se está yendo de madre. ¡Ojo! que yo soy la primera que participa en muchos de ellos e incluso he organizado alguno… pero creo que estos días hemos entrado en una espiral de sorteitis aguda y alguien tiene que decirlo.
Bloguer@s y marcas
Es de sobra conocida la relación de amor – odio entre los bloguer@s y las marcas, cuyas colaboraciones abundan y (pienso yo) que pueden ser muy beneficiosas para ambos. Amor porque ambos se necesitan y odio porque nunca llueve a gusto de todos.
Hay colaboraciones puntuales y también periódicas, llegando a convertirse en algunos casos en relaciones muy estrechas en las que esos “influencers” acaban siendo embajadores e imagen de la marca o producto determinado.
No hace falta ser un bloguero con trillones de seguidores para ser interesante para una marca. Y tampoco una multinacional para optar por conseguir sus objetivos de márketing a través de los bloguer@s, simplemente hay que ser coherente, tocar con los pies en el suelo y buscar sinergias donde realmente ambas partes puedan salir bien paradas.
Los sorteos
Una de las colaboraciones más habituales es la de testear productos y, a la vez, realizar algún sorteo. La finalidad suele ser augmentar el número de seguidores, las ventas en una época concreta del año, darse a conocer y llegar a más público objetivo.
Creo que los sorteos pueden ser una herramienta eficaz pero veo varios problemillas últimamente. Demasiados sorteos, una gran competencia y pocas probabilidades de ganar, requisitos eternos y en algunos casos hasta prohibidos…
Si es que hay páginas que hacen promociones rarísimas en las que hay que comentar una publicación etiquetando a X amigos… solo para que esa empresa haga un sorteo. Si etiquetas a 3 amigos y llegamos a los 5.000 likes, sortearemos un pijama de niño. ¡Venga ya! Y lo peor es que la gente pica… claro.
Para mí, los problemas más comunes de los sorteos son:
Saturación
El timeline de mis redes sociales es un sinfín de blogs (y no blogs) que sortean cosas. Juguetes, viajes, ropa, experiencias… Por más que nos interesen muchos de ellos, hemos llegado a tal punto de saturación, que no solo es imposible apuntarnos a todos, si no que creo que se produce el efecto contrario y ya no prestamos atención a lo que se sortea (ni, evidentemente a la marca) y pasamos de largo. Y si encima durante los días que dura el sorteo lo vamos recordando sin cesar….
Repetición
Blogs hay muchos y las marcas no solo se centran en uno o dos (como es lógico), por lo que, encima, muchos sorteos están repetidos una y otra vez. Durante la misma semana, blogs de la misma temática sortean la misma cosa. Es como el día de la marmota. Quizá sería más interesante espaciarlos en el tiempo, no sortear el mismo producto, buscar la originalidad….
Requisitos
Los requisitos para participar en un sorteo son demenciales. Hay algunos donde aún queda algo de coherencia y los requisitos son pocos y asumibles. Es el caso de aquellos en los que tienes que seguir una o dos cuentas y una acción más.
Hay otros, por desgracia cada vez más abundantes, donde hay 5 o 6 requisitos que hacen que participar sea complicado, eterno y haga aflorar una pereza enorme por mucho que nos interese el producto. He llegado a ver, como requisito, seguir a unas 10 o 12 marcas en la red social determinada para participar.
Es verdad que todo depende de lo que se sortee. Es decir, si sortean un viaje a Punta Cana es probable que esos pasos merezcan la pena… pero si el premio es un peluche…., la cosa cambia.
¿Por qué no hacerlo más sencillo? Es que al final habrá que conseguir un pelo de unicornio y diente de dinosaurio para ganar un puzzle…
Por cierto, ojito con la política de sorteos y promociones en las redes sociales que creo que más de un@ no se ha leído, porque la mayoría de requisitos para participar en esos sorteos no están permitidos. Sin ir más lejos, Facebook no permite que los sorteos que se publican en su página tengan como requisito etiquetar a cierto número de personas ni obligar a compartir el sorteo.
La competencia
Cuando veo un sorteo interesante y veo que hay 3.600 likes y 2.000 comentarios en un minuto…. la pereza se apodera de mí. Es normal que las marcas apuesten por los blogueros con más seguidores pero la competencia es tal, que creo que eso tiene un efecto rebote y mucha gente pasa de largo. Y si encima el requisito es etiquetar a 3 amigos… Las probabilidades de ganar son tan bajas y el esfuerzo es tan alto… que no merece la pena.
Transparencia
Todos conocemos a la típica cuenta que sortea para sus amiguitos. Es como una pequeña mafia y nadie dice nada… Manipular los resultados de un sorteo virtual es sencillísimo pero no merece la pena. Sed transparentes y honestos.
No todo los sorteos son iguales ni todo el mundo cae en estos fallos, pero sí que creo que hay demasiados sorteos a la vez y es una locura. Creo que esto hace que pierdan eficacia y ya no sean tan interesantes para la marca, pero, especialmente para el bloguero. Organizar un sorteo con muchos participantes lleva su tiempo y tiene un riesgo muy evidente: que tu blog y tus redes sociales se convierten en la teletienda. En definitiva, creo que esta burbuja de sorteos tiene que dar un giro porque es insostenible.