Nuestra primera parada en Dinamarca fue la Lego House, una experiencia en familia que no os podéis perder si visitáis el país báltico. Lego House es un museo experiencial donde la creatividad y la tecnología se dan la mano para pasar una jornada increíble (solo os digo que ha sido el plan que más ha gustado a mis hijos de los 12 días que hemos estado en Dinamarca).
Lego House se encuentra en Billund y os llevará prácticamente todo el día visitarla. Está a pocos kilómetros de Legoland (otra de las paradas imprescindibles del país) por lo que tenéis que destinar mínimo 3 días a esta ciudad danesa: dos para Legoland y uno para la Lego House.
¿Y por qué esta ubicación? Pues porque Billund fue la ciudad danesa donde nació Lego, la famosa marca de bricks de construcción.
Qué hacer en la Lego House
25 millones de piezas de lego te esperan para dar rienda suelta a tu creatividad. Y es que no importa la edad que tengas, en la Lego House hay opciones para todos los públicos. El espacio está dividido en grandes zonas por colores: rojo, con una cascada gigante de piezas Lego y un océano de colores; amarillo, donde podrás construir un animal marino, una flor o tu propio personaje Lego para después darle vida; verde, la zona en la que filmar tu propia película con personajes de Lego y azul, para construir tu propio coche de carreras y competir en familia.
Y junto a la creatividad: interactividad. Y es que con tu entrada te dan una pulsera en la que almacenar todos tus momentos en la Lego House.
El museo cuenta con muchísimas pantallas interactivas en las que, acercando tu pulsera, entras en tu zona personal para almacenar fotos, guardar tus creaciones Lego o simplemente navegar por el contenido del museo. Una pulsera con la que, una vez en casa, podrás descargar todo el material y sumarlo a la lista de recuerdos de tu visita.
Además, el museo cuenta con exposición de maquetas, como el árbol de la creatividad que hay en el centro de la Lego House, con más de 15 metros de altura y 6 millones de piezas; un museo con la historia del juguete más famoso internacionalmente, así como la zona de producción de Lego. Y es que la Lego House cuenta con una máquina que produce un juego de 6 piezas de Lego, para poder ver in situ el proceso de fabricación y moldeado de los bricks. Un pack de Lego que además te podrás llevar a casa como recuerdo de tu visita.
Y para soltar adrenalina nada como las terrazas con parques de juego, donde los peques también se lo pasarán en grande.
La entrada a Lego House cuesta entre 35 y 45 euros al cambio, dependiendo del día y de las ofertas que pueda haber en su página web.
Mini Chef, haz tu experiencia en Lego House más completa
La Lego House cuenta con una cafetería y un restaurante en el que hacer una parada durante la visita. Para nosotros es una parada obligatoria ya que la experiencia de comer en el restaurante Mini Chef fue brutal. Completamente tematizado en el mundo Lego, los fogones del restaurante están bajo el control de los robots de Lego.
Hay un menú compuesto por 3 platos + regalito para los peques y 4 platos para los adultos. Para elegir tu comida hay que hacer una construcción con Lego y después introducirla en la máquina de pedido. Y en menos de 15 minutos, los robots hacen llegar por el circuito de pedidos el menú hasta los comensales.
Más allá de la experiencia, que como veis es muy chula, la comida nos pareció muy rica y la disfrutamos mucho. El precio, para los 4, fue de 105 euros (buena relación calidad precio, hay que tener en cuenta que Dinamarca es un país caro).
Un comentario en “Lego House, una experiencia en familia en Dinamarca”