Acompañar procesos es una de las cosas más difíciles de nuestro papel de padres. Y más, cuando hemos adquirido a lo largo de los años la idea errónea de que hay situaciones, como el aburrimiento en los niños, que debemos evitar. El frenético ritmo de vida que llevamos y ese bagaje que arrastramos nos ha impuesto que tenemos que hacer cosas continuamente. Que aburrirse no está bien. ¿Qué hay de cierto en ello? La importancia del aburrimiento en los niños ha sido el tema central de los talleres AburriGym para padres, organizados por Sprinter y Va de Cuentos.
La gestión de las emociones: el aburrimiento
Probablemente seamos la generación que más herramientas y recursos tiene para educar a nuestros hijos. Y, seguramente, somos la generación que tenemos más dudas de si lo estamos haciendo bien o cómo podemos mejorar. Nos cuestionamos continuamente, algo que no resulta beneficioso ni para nosotros ni para nuestros hijos.
Por ese motivo son cada vez más los profesionales, libros, talleres y cursos dedicados a la crianza (positiva) de los hijos, entre los que destacan, los relativos a la gestión de las emociones. Y es que el aburrimiento, tema del post de hoy, es una emoción. Y, como tal, debemos aprender a gestionarla y enseñar a nuestros hijos a entender sus propias emociones, ser capaces de identificarlas y saber cómo actuar en cada caso.
Entonces… ¿el aburrimiento es bueno o malo? El aburrimiento es un sentimiento más, como lo es la felicidad, la alegría, la ira, el miedo… y es normal que los niños los experimenten (¡igual que hacemos los adultos!) y no debemos ni esconderlas ni reprimirlas (de ahí la importancia de comprenderlas).
Talleres para gestionar el aburrimiento
Estas son algunas de las claves de los últimos talleres para padres que ha organizado Sprinter, en esta ocasión, de la mano de Va de Cuentos y su directora, Bea Pérez, trabajadora social y experta en acompañamiento emocional.
A través de dos talleres virtuales hemos entendido un poco mejor la importancia del aburrimiento en los niños y, sobre todo, cómo debemos actuar cuando aparece (porque… tarde o temprano, aparece).
No hay recetas mágicas, ni fórmulas magistrales. Pero si herramientas, no enfocadas a que los niños no se aburran, si no a que sepamos resolver esa situación en la que no saben qué hacer, a qué jugar, cómo ocupar el tiempo.
Herramientas para “superar” el aburrimiento en los niños
Olvídate de las pantallas
Las pantallas no son el mal… pero son el recurso fácil. Es cierto que hay juegos educativos, para ejercitar la mente y las capacidades de los niños. Pero, en general, y sobre todo si se usan sin medida, son un pasatiempo que les encanta pero no les ayuda a ejercitar su parte creativa y artística.
Los libros… ¡son mágicos!
Libros, libros, libros. Con aburrimiento o sin, esto no puede faltar en ningún hogar. Y, una vez más, en la literatura infantil se nos abre un mundo de posibilidades para todas las edades. Des cuentos manipulativos para bebés hasta pequeñas historias o tramas más complejas para cuando crecen.
En estos talleres hemos hablado de algunos como:
El arte de saber aburrirse (Sandi Mann)
El pequeño Edu no se aburre nunca (Linne Bie)
Thinks for Kids (Raúl Bermejo y Nacho Uve)
Un libro (Hervé Tullet) cuya reseña ya os compartí hace tiempo al ser uno de nuestros favoritos.
Dale recursos que fomenten su creatividad
No se trata de dejar a los niños aburridos sin juguetes, sin materiales y sin posibilidades. Al contrario, se trata de proporcionar todas aquellas herramientas que necesiten para que su cabeza haga “clic” y su imaginación empiece a trabajar.
¿Cuáles son? Pues esto depende de cada niño y sus preferencias, aunque también es positivo probar estímulos distintos. De esta manera, tendrán un abanico de recursos más amplio y más opciones.
Pueden servirnos desde las más simples (como cartones, pegamento, colores, tijeras…) hasta abalorios para crear joyas, construcciones, juego simbólico, plastilina, puzzles…
¿Se aburren vuestros hijos? ¿Cómo gestionáis el tema?