Las cajas y mesas de luz son un recurso educativo que se han popularizado en los últimos años. Basadas en la filosofía educativa Reggio Emilia, las mesas y cajas de luz son un objeto muy interesante para distintos tipos de aprendizaje y también para distintas edades. Se pueden usar tanto en casa como en las aulas (donde cada vez son más utilizadas) para aprender conocimientos de distintas materias y disciplinas.

cajas de luz: Qué son y para qué sirven

Las primeras preguntas que nos hacemos cuando oímos hablar por primera vez de las mesas o cajas de luz es: ¿qué son? ¿Para qué sirven? Las cajas de luz son, como su propio nombre indica, unas cajas de madera con una superficie de metacrilato que emiten luz desde su interior. Y es precisamente la luz la que permite dotar a este elemento de una magia especial, ya que le da otra perspectiva y una imagen distinta a los objetos que ponemos encima. Y se pueden utilizar para mil y una cosas, todo depende de la edad del pequeño y de la imaginación.

En el caso de las mesas lo único que cambia es el formato, pero las posibilidades son las mismas. Ambas opciones tienen ventajas e inconvenientes. Para mí, la caja es mucho más práctica y manejable, e incluso de puede llevar de vacaciones, a casa de los abuelos, etc. La mesa, en cambio, ocupa mucho más espacio en casa y es más engorrosa.

Una de las primeras cosas que fomenta es el juego libre, ya que es una ventana a un nuevo mundo de posibilidades imaginativas para ellos, también dependiendo de los materiales e ideas para experimentar.  Sirve para desarrollar la expresión plástica, la experimentación, la narración de cuentos, actividades sensoriales, juegos ópticos…

A través del juego guiado también hay muchas posibilidades de aprendizaje. Por ejemplo, se pueden aprender disciplinar matemáticas, bien con formas geométricas o bien con números; lenguaje, con letras; ciencias, con figuras del cuerpo humano, animales o plantas; los colores…

La caja de luz es un recurso abierto a la imaginación, desarrolla la expresión plástica, el juego libre, la experimentación y la narración de cuentos. Es un material muy importante a la hora de trabajar la estimulación sensorial, los contrastes, los juegos ópticos, los colores…

Cajadeluz.net

Como os decía, la caja con la que hemos estado experimentando estos días ha sido fabricada por Caja de Luz. En la web veréis que tienen de distintos tamaño y también rítmicas, una opción muy interesante ya que añade un plus a este recurso educativo, al incorporar un nuevo elemento al juego. Las podéis personalizar un poco eligiendo el color del asa (hay una gran variedad).

Las cajas de CajadeLuz.net están fabricadas de manera artesanal en nuestro país, probadas en un laboratorio y certificadas, por lo tanto son seguras para el uso de los pequeños. Se recomienda usarlas a partir de los 2 o 3 años y hasta los 9. Como veis, son un recurso educativo con una larga vida útil y, dado su amplio abanico de posibilidades, es un juego con el que creo que les será difícil aburrirse.

La caja que hemos recibido tiene unas dimensiones de 38 × 33 x 10 cm. Se trata de una superficie de madera de pino lijada, con los bordes redondeados y con un asa para su fácil trasporte. La caja se enchufa a la corriente eléctrica y lleva un mando para encenderla y apagarla, cambiar de color y regular la intensidad de luz. Tiene también las opciones de emitir ráfagas intermitentes de luz o realizar una transición suave entre colores. Vamos, que por opciones no será.

Nuestra experiencia con la caja de luz

Nuestra primera toma de contacto con la caja de luz ha sido muy positiva. Aunque creo que es un recurso al que conviene dedicarle un tiempo para poder sacarle partido, la estamos exprimiendo al máximo desde el primer día. El simple hecho de modificar los colores de la caja con el mando ya tiene un efecto muy llamativo en los niños. En los más pequeños se recomienda empezar por colores suaves (como el azul, los anaranjados o los verdes claritos), ya que alguno como el rojo, el amarillo, etc. son bastante intensos.

Coincidiendo con el cumpleaños del peque, le regalaron varios objetos interesantes para la caja. Formas y figuras geométricas, palas de colores, frutas, letras y números. Todo ello translúcido.  Hemos jugado con las formas, simplemente colocándolas encima de la caja y tocándolas, superponiéndolas para ver las variaciones de color, combinando formas geométricas con los números para aprender a contar, formando palabras con las letras…

Estos y otros materiales los podéis encontrar también en Caja de Luz. En la web también tienen otros juguetes distintos, pero todos siguen la misma filosofía de juguetes educativos. Sobre los materiales os hablaré más en profundidad en futuros posts, a medida que vayamos probando y experimentando con la caja y sus posibilidades.

La verdad es que la caja de luz nos (me) tiene fascinada y estoy muy contenta porque veo que al peque le gusta mucho, y creo que a medida que vaya creciendo le irá gustando más. No hay día que no me pida jugar un ratito con ella y creo que ahora que vienen meses fríos, en los que estaremos bastante más en casa, será una opción ideal para hacer actividades educativas diferentes cada día. Así que, con la vista ya puesta en las Navidades, os recomiendo incluirla en la lista a los Reyes Magos que seguro que a vuestros peques les encantará.

No quiero terminar el post sin agradecer a Pelayo y Talia la posibilidad de hacer esta colaboración. No sólo por facilitarme la caja, si no porque son majísimos y la comunicación con ellos ha sido muy fácil. Muchas marcas deberían aprender de las pequeñas empresas como esta.