El pasado fin de semana, después de hablar con una compañera bloguera y mamá, estuve reflexionando sobre mi situación actual, desempleada y en casa cuidando del peque. Cuando la gente me pregunta si M. va a la guardería, o cómo me lo monto, siempre respondo: yo no trabajo. Es mentira. Trabajo, y mucho. En realidad, ahora tengo más trabajo que nunca y, por lo tanto, estoy más cansada que nunca.
A lo largo de mi vida he tenido muchos trabajos, algunos a tiempo parcial y otros, a tiempo completo. Os aseguro que jamás he echado tantas horas ni he ido tan agotada, física y mentalmente, como hasta ahora. Así que he decidido dejar de decir que “yo no trabajo”. Yo trabajo 24 horas al día, los 7 días de la semana. De lunes a domingo, sin casi descanso. Cuando mi marido llega, por la tarde, tengo el tiempo justito para darme una ducha rápida (la mayoría de veces con la melodía de mi hijo gimoteando de fondo o llamándome) y como mucho, media horita más para mí. El resto del día, desde bien prontito es tiempo que dedico en exclusiva a mi hijo. Y no podría ser de otra forma, ya que es muy demandante. Es tiempo que dedicamos a jugar, a aprender, a pasear, a reír, a divertirnos, a estimularlo… El tiempo para evadirme (coser, escribir en el blog, leer…) sale de sus siestas (¡benditas siestas!). Podría aprovechar para dormir un poco, pero entonces sí que no me quedaría ni un segundo de desconexión.
Para algunas personas (gente sin hijos, que nunca han estado con los suyos 24h toda la semana o que desde bien pequeños van a la guarde), estar en casa cuidando de los peques es jugar a las muñecas. Pues no lo es. Implica no tener tiempo para una misma, implica no poder descansar, ir con el tiempo pegado al culo todo el día porque, además del hijo, hay una casa que mantener limpia y ordenada; ropa por lavar y recoger; comida por hacer… Y esto es así siempre. Incluso en los días que el cuerpo no está para muchos trotes, que los virus acechan, o que estás realmente enferma.
Aun así, y nunca me cansaré de decirlo, poder cuidar de mi hijo en estos primeros meses de vida es lo mejor que me ha podido pasar. El día que me quedé sin mi antiguo trabajo, estando aún en el hospital tras haber dado a luz, me alegré. Mucho. Y era un trabajo que me gustaba y en el que llevaba mucho tiempo. Pero tal y como está montado el tema de las bajas por maternidad (conciliación creo que lo llaman, ¡JA!), no pude hacer otra cosa que no fuera alegrarme. Me alegré porque al ver la carita de mi hijo pensé: uf, sólo 16 semanas. ¿Y luego qué? Será un bebé y tendré que dejarlo e irme a trabajar 8 horas (sin contar desplazamientos). Llegar a casa a las 18, con el tiempo justo para darle un baño, hacer la cena y a dormir. Y así de lunes a viernes.
La conciliación familiar y laboral en este país es una farsa. O familia, o trabajo. Nos hacen creer que es posible, que las dos cosas son compatibles, pero es un engaño, una chapuza. La única opción es cogerse una reducción de jornada, pero eso tiene muchas implicaciones: menos sueldo, menos competitividad laboral (al empresario no le hace mucha gracia, no nos engañemos), sacrificar posibles promociones o ascensos… y en definitiva, es elegir. Poner por delante a tu familia, antes que tu profesión. ¡Eso no es conciliar!
Así que, mientras la cosa siga así, habrá que alegrarse de no trabajar fuera de casa (ya no diré más eso de ““yo no trabajo””), de ser una más en la lista del INEM y poder cuidar de peque. Y cuando sea más mayor, ponerse las pilas para buscar trabajo y que este tiempo en stand by, no afecte al currículum de una.
Bravo ! 100% de acuerdo e identificada. Nunca trabajarás tanto y con tan poco descanso ni tiempo de desconexión como siendo mamá de tiempo completo. Y que medio mundo crea que una no hace nada es muy desalentador y frustrante. Pero aún queda la recompensa de ver crecer a nuestros hijos de estar ahí para ver cada progreso y ser parte de ese crecimiento y también crecer y madurar con él, aprender a medida que intentamos enseñar, etc. Es un trabajo duro pero tiene una paga que no puede conseguirse de ninguna otra manera en el mundo.
Totalmente de acuerdo. es probablemente el trabajo más duro y menos reconocido… pero muy satisfactorio!
Totalmente de acuerdo!! En estos momentos también estoy en casa y puedo garantizar que lo que dices es bien cierto!!! Besitos
Gracias! Si es que no sé porqué para algunas personas es tan difícil de entender… pero en fin… Muchas gracias por pasarte y comentar 😉 Un beso!!!
¡Totalmente de acuerdo! Es muchísimo más cansado y agotador física y mentalmente. Muy buen post
Muchísimas gracias. En cierta manera es un alivio saber que es normal y no son paranoias mías ?. Un abrazo, gracias por comentar.
Pues fíjate qué bien le iría este post leerlo a mi suegro, que opina que me quejo mucho y que el peque no me da trabajo, y que soy una comodona! si voy más cansada y estresada que nunca! Y con un sueño acumulado que para qué. ..cuánto me identifico! Besitos!
qué me dices! un sueg@ opinando? Me tomas el pelo! No, en serio, que hablen lo que quieran… Es que llega un punto que vamos… es para dejarselo 1 semana a ver qué pasa XDDD
Yo trabajo fuera y dentro de casa y puedo asegurar que nunca se tiene tiempo. Yo lo saco de mis horas de sueño, del fin de semana. El sábado o el domingo me encantaría quedarme en la cama hasta las 9 de la mañana que la peque se levanta. Pero si lo hago, la casa está patas arriba. Yo quiero estar con ella y disfrutar 100% esos dos días de fiesta. Así que sacrifico un rato (dos horas) de mi sueño, los dos días, y así con 4 horas voy haciendo. Porque seamos sinceras, las siestas de mi hija son nulas!!! jajajaja. Y más cuando mami está en casa.
Cuando dices que estás en casa cuidando del peque, nadie lo ve como un trabajo. Yo más de una vez lo he dicho: Quiero trabajar en casa, me gustaría haber cogido una excedencia de un año, como mínimo, para poder estar con ella, para poder estar en casa, y para poder trabajar en ella. Pero no pudo ser, y la verdad es que me vuelvo, muchas veces, loca con los horarios, como bien dices la conciliación laboral no existe. Y depende de tu trabajo o puesto, tampoco puedes optar a hacer una reducción de jornada. Sinceramente, a mi no me importaría trabajar hasta las 3 o 4 cada día, y me redujeran esas dos horas, para poder irme a mi casa y estar con la peque, pero mi trabajo no lo permite. El horario es el que es. Y eso tampoco ayuda, te lo digo yo.
Así que sí, todas trabajamos, en casa, fuera, o donde sea. A mi me da rabia cuando digo que me quedaría en casa con la peque, cuidando de ella y de todo, porque muchas veces me tildan de no querer hacer nada y siempre les digo… qué te crees? Que mi hija se cría sola? Que la comida aparece sin más? Que las camas se hacen solas? Las lavadoras,…?? parece que cuando dices que quieres hacer algo así porque tu cuerpo y tu alma te lo piden, los demás están dispuestos a tacharte de que no haces nada.
Saludos
Eso también tiene mucho mérito… cuando deberíamos estar durmiendo, tenemos que aprovechar para hacer otras cosas… porque si no, no nos da para más la vida!!! y efectivamente, parece que quedarte en casa sea “no hacer nada”. Normalmente cuidar de los hijos es eso, cuidarlos. No pasarte el día espachurrada en el sofá… Pero en fin… que hablen lo que quieran, que nosotras ya sabemos lo que hay….
BIEN!!! Me gusta más así. Creo que la charla la tuviste conmigo. Soy una gran defensora de las amas de casa, lo somos todo, sin nuestro trabajo la familia no saldría adelante. hay que estar orgullosa y decirlo bien alto. Y es cierto, trabajar en casa es no parar desde que una se levanta hasta que se acuesta, unos ratitos hay, pero cuando hay peques en casa, son pocos. Me ha gustado tu post. Un beso
Así es ?. Tienes toda la razón, pilar fundamental somos! ??? un beso y gracias (por la charla y por tu comentario). Un beso!
Amén!!!!
Pues a eso, súmale los coles a 20 minutos en coche cada uno, llevarlos a extraescolares, la casa y … Tener el despacho en casa!!
Te entiendo y suscribo cada una de tus palabras!!
Feliz puente!
No me salen las cuentas! Jajajaja. Qué bien montado está todo….madre mía. Disfrutad del puente! ?
Pronto lo sabrás, amiga 😉 jejejejeje. Es duro pero muy gratificante, ya verás. Un besazo, feliz viernes!
¡Bien dicho! Yo también he trabajado más siempre que he estado en casa que en un trabajo “normal”. ¡No me imagino como debe ser con un peque! ¡Feliz viernes! 🙂
¡Bien dicho! Yo también he trabajado más siempre que he estado en casa que en un trabajo “normal”. ¡No me imagino como debe ser con un peque! ¡Feliz viernes!