La breve pero intensa búsqueda de trabajo que inicié a principios de año ha dado sus frutos. Lo que en un principio me tomé como un “vamos a empezar a mirar cómo está el mercado” ha acabado siendo un “uy, esto es muy interesante” y, finalmente, puedo decir alto y claro que he encontrado trabajo. Es un trabajo genial, muy chulo y tengo muchas ganas de empezar, pero aun así, separarme del peque va a ser duro. Empieza una nueva etapa para mí.
Ya sé que he disfrutado de M. casi 20 meses; sé que no es muy justo “quejarme” (por así decirlo, porque no es una queja en absoluto, ya que estoy muy contenta) de que lo tengo que dejar; sé que la mayoría de madres disfrutan de 16 semanas justas (y algunas, ni eso); sé muchas cosas… Pero también sé que es mi niño y quiero seguir estando con él a todas horas; jugar sin parar, morirnos de risa, pasar el rato haciéndole cosquillas o persiguiéndole por toda la casa, verle crecer minuto a minuto… Todo eso va a cambiar. Tengo la sensación que me voy a perder grandes momentos.
Pese a todo, como os decía, estoy muy feliz. En primer lugar porque he encontrado trabajo en un tiempo casi récord (y más tal y como está el mercado laboral para los periodistas y profesionales de la comunicación). En esta nueva etapa voy a ser la responsable de marketing y publicidad del Patronato de Turismo de Vila-seca. Es un trabajo que me apasiona; al lado de casa y con un horario bastante bueno. Tengo la suerte de que M. va a estar en buenas manos hasta que empiece la guardería en septiembre, con los abuelos, que lo adoran y él se lo pasa genial con ellos. También estoy feliz porque mi marido ha decidido compactar su jornada un poco para poder estar por las tardes con el peque.
Sé que trabajar me va a venir genial. Llevo casi 2 años sin currar y ahora empieza a hacerse un poco pesado. Cada día las mismas rutinas, la casa, el niño… Aunque con el buen tiempo siempre pasamos más tiempo fuera de casa y en verano somos fijos en la piscina, también necesito desconectar. Y por supuesto, trabajar. Sé que luego las horas que pasemos en familia las valoraré aún más. Al final es el mismo debate de siempre: la conciliación laboral y familiar. Para mí, hasta ahora conciliar ha sido elegir: elijo a mi hijo o elijo mi profesión. Durante casi 20 meses elegí la crianza de mi hijo, pero ahora toca aprovechar la oportunidad y apostar a tope por esta nueva etapa.
Como os podéis imaginar, ahora mis prioridades van a cambiar. Cuando no esté trabajando, mí tiempo lo ocupará mi pequeña familia. Así que el blog va a pasar a un tercer plano. No quiero dejarlo porque me encanta mi espacio, hablar con tanta gente por aquí y en las redes sociales… Pero sabéis que actualizar un blog es mucho trabajo, y más si se hace con esmero, así que el número de entradas se reducirá. Prefiero hacer una entrada semanal bien hecha, que 3 deprisa y corriendo “por rellenar”.
Lo mismo ocurrirá con mi presencia en las redes sociales, que no va a poder ser la misma, obviamente. Y más de lo mismo con mis comentarios en otros blogs, que si ahora era bastante puntual por falta de tiempo, igual en el futuro próximo no me veis el pelo.
Mi otro proyecto, Miss Pespuntes, seguirá presente pero me dedicaré mucho menos a ello. Ya os he hablado alguna vez de lo poco que valoramos la artesanía y los productos hechos a mano, así que seguirá siendo un hobby para pasármelo bien y recibir algún encargo puntualmente.
Todo esto lo iré viendo con el tiempo, sobre la marcha. Espero que lo comprendáis y sigáis al otro lado. ¡Millones de besos!
Mucha suerte en esta nueva étapa!!! Un besote!
Muchas felicidades por tu nueva andadura al mundo laboral. Has podido disfrutar de él estos 20 meses y con eso te tienes que quedar. Ahora solo empezar poco a poco y buscar el equilibrio con todo.
Saludos