Uno de los momentos del día en el que los niños comen peor es el de la merienda. Las prisas a la hora de recogerlos del colegio, una escasa planificación y, quizá también, falta de imaginación a la hora de ofrecer alimentos saludables, hacen que los peques acaben merendando casi a diario productos procesados muy poco adecuados, como son la bollería, los zumos o refrescos envasados y los bocadillos de embutidos. Si la falta de propuestas es un problema, hoy os traigo 7 ideas de meriendas saludables para niños (y no tan niños).
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Receta de “brocoburguers” (hamburguesas de brócoli)
El brócoli es una de esas verduras que, o la amas o la odias. Hoy, el brócoli es el prota de la receta: “brocoburguers” o hamburguesas de brócoli, aunque confieso que puede elaborarse con otro tipo de verdudas.
Esta receta es un invento mío para cocinar con el brócoli algún plato nuevo. La verdad es que me gustaría mejorarla (al final del post os cuento algunos trucos). Como no tenía intención de publicarla (era un experimento) no hice fotos del proceso. Pero os la quería colgar igualmente por petición popular.
Si os gusta el brócoli, este plato os encantará. Para los que no, os animo a darle otra oportunidad ya que el sabor es bien distinto. Porque comer verduras no significa comerlas de forma aburrida y sosa. Las verduras, además de en sus versiones más sanas (cocidas o al vapor) pueden comerse salteadas, rebozadas, al horno… ¡Y bien ricas que están!
Esta receta es ideal para los peques. El mío es muy fan del brócoli (eso de poder coger los árbolitos él solo le gusta desde que iniciamos la alimentación complementaria, y a día de hoy sigue siendo una de sus verduras preferidas). Las brocoburguers también le han gustado mucho y pronto volveremos a experimentar con este plato.
Excusas para comer mal
Si me dieran un euro por cada vez que oigo una excusa para para comer mal… sería la nueva Amancia Ortega. La pregunta que me hago siempre es ¿lo dirán en serio o simplemente se engañan a si mismos? O quizá es pura ignorancia, de no saber lo que realmente se están llevando a la boca (ellos y sus hijos). Sea como sea, esas excusas para comer mal me producen risión, ya que se trata de argumentos poco sostenibles y bastante absurdos.