A pocas semanas de dar a luz a mi segundo hijo, me planteo nuevas cuestiones acerca del parto que deseo: un parto respetado. Tal y como sucedió con el primero, tengo muy claro qué cosas quiero y qué cuestiones prefiero que no se den el día del parto, y así las he plasmado en el plan de parto. Sin embargo, llevo días dándole vueltas al tema, porque estoy leyendo mucho sobre partos, nacimientos y experiencias diversas y me topo con algunas cuestiones que me sorprenden y no comparto. ¿Deben ser todos los partos iguales? ¿Necesitamos todas las mujeres el mismo tipo de parto? ¿Deseamos que se den las mismas circunstancias? Yo creo que no, y que precisamente el parto deseado depende de cada mujer. Pero vayamos por partes.