Hace exactamente dos años que me quedé embarazada. Recuerdo perfectamente la sensación, como si fuera ayer, que sentí al saber la noticia. MIEDO. Sí, ilusión también, pero primero sentí miedo. Tras unos meses buscando un retoño, de repente, ahí estaba: un test que indicaba que estaba de 2-3 semanas. Los primeros días fueron de incredulidad total… Aunque mi cuerpo desde el día 1 se estaba transformando y yo lo notaba, se me hacía difícil creerme que dentro de mí estaba creciendo un ser. Y cuando por fin me empecé a hacer a la idea… malas noticias.