La matrona de mi primer embarazo dijo una frase durante las clases de preparación al parto que me marcó: “Hoy voy a dar una de las charlas que más odio dar, pero que más me agradecen las madres: el postparto”. Cuánta razón tenía. A nadie le gusta que le digan que cuando llegue el esperado momento, cuando llegue su bebé, puede ser que se sienta mal, triste, desanimada o que, incluso, deprimida. Pero puede suceder. El postparto es un momento muy duro en el que se mezclan muchas sensaciones y sentimientos. Pero en esta ocasión, tras nacer mi hija, estoy curando viajas heridas con mi segundo postparto.