Con poco más de dos años, nos encontramos en una frase bastante curiosa (al menos para mí, como mamá primeriza) en la que el peque lo quiere hacer todo “yo solito” (o mejor dicho “jo solet”). Aunque pueda parecer una etapa fantástica y maravillosa, también diré que es agotador porque cualquier pequeña acción se demora in eternum. Aún así, soy consciente de que forma parte de su aprendizaje y es una así como se fomenta la autonomía del pequeño.