Hoy vamos a hablar de la madre del cordero, de un tema más que polémico y del que todo el mundo opina: la abuela, la suegra, la vecina, tu tía la del pueblo… Sí, ha llegado el momento de hablar del sueño infantil. Entender por qué los (algunos) bebés se despiertan tantísimo por la noche y no duermen del tirón me ha sido de gran utilidad (para no volverme loca, por ejemplo). ¡TACHÁN! ¡SORPRESA! Los bebés no duermen del tirón.
Este fue mi gran descubrimiento como mamá primeriza, un tema que me ha quitado bastante el sueño (nunca mejor dicho). Cuando M. cumplió 5 meses y empezó a despertarse cada hora…. Fue una locura. Busqué y rebusqué para informarme sobre qué estaba pasando, si era normal y di con varios autores que coincidían en lo mismo: era absolutamente normal. Bienvenida a la realidad. “Mal de muchos… consulto de tontos”, pensaréis. Pues un poco sí, pero saber que se trata simplemente de una fase… ayuda mucho.
Todos sabemos, o hemos oído en alguna ocasión, que hay niños que duermen del tirón y otros que no (o que no saben dormir, o que nos toman el pelo, o…o…o…). La realidad es que los bebés aprenden a dormir con el tiempo, cada uno a su ritmo, y que las fases del sueño de un recién nacido no son las mismas que las de un bebé de 6 meses, ni las de un niño de 3 años, ni, por supuesto, las de un adulto. Así, lo primero que aprendí es que el tiempo (y toneladas de paciencia) es la única solución a los despertares nocturnos de los peques.
LOS DESPERTARES NOCTURNOS
Una de mis autoras preferidas en la materia es Rosa Jové, quién explica en sus libros estas fases del sueño infantil, para tranquilidad de madres como yo. Cuando nacen, los bebés tienen dos de las cinco fases del sueño que tenemos los adultos y que, como ellos, hemos ido adquiriendo con el tiempo. Esto es así por pura supervivencia. Los bebés necesitan comer (también de noche) y por eso se suelen despertar para hacerlo. Por ese motivo, en el caso de los bebés que duermen muchas horas seguidas por la noche, los pediatras nos instan a despertarlos para alimentarlos, ya que si no sufrirían hipoglucemias.
Esto lo tenía más o menos claro. De lo que no tenía ni idea es que los despertares nocturnos no se reducen de manera directamente proporcional a la edad. Me explico. Por lógica, tendemos a pensar que un niño de 5 meses dormirá mejor que un recién nacido. Pues no, my friends. Puede darse el caso que sí, pero según los estudios y los expertos, el sueño infantil es muy cambiante y con muchos altibajos. Así, a medida que pasan los meses aparecen microdespertares (a veces muy seguidos) y necesitan que les ayudemos a volverse a dormir. Los adultos también tenemos microdespertares. Cuando nos giramos en la cama o nos tapamos medio dormidos, hemos pasado por la fase de despertar, pero en seguida nos volvemos a dormir porque hemos adquirido ya esa habilidad.
Según Jove, durante el crecimiento del bebé se van a producir cambios en las fases del sueño que pueden provocar más despertares, un sueño más ligero, reducción de horas de sueño, terrores nocturnos… Así, por ejemplo, un bebé recién nacido duerme más horas y de manera más profunda que un bebé de 4 meses, momento en el que se suele producir un cambio, ya que antes de alcanzar el sueño profundo hay una fase de sueño ligero.
Esta fase de sueño ligero, y ahora hablo desde la experiencia, es la típica en la que intentas dejar al bebé en la cuna y te dije que nanai. Y se despierta. Y vuelta a empezar. Y cuando está dormido, a su cuna. Y dice que ahí te duermas tú. Y si no quieres volverte tarumba, acabas durmiendo tan ricamente con tu bebé en la cama. Eso sí, a veces ni el colecho soluciona los despertares nocturnos, simplemente los hace más llevaderos.
hitos que puEDEN afectaR al sueño
Otras cuestiones sorprendentes, al menos para mí, del sueño de los bebés es que su desarrollo o cambios externos también afectan mucho a su manera de dormir. Por ejemplo, recuerdo cuando Marc empezó a gatear que era una locura porque dormía fatal (sí, cuando la cosa está fea, aún puede empeorar) e incluso gateaba en la cama medio dormido. Esto se produce porque sus nuevas habilidades las quieren poner en práctica a todas horas, incluso medio dormidos y sin darse cuenta. La aparición de los dientes, la introducción de nuevos alimentos, la incorporación de mamá al trabajo… Si tu peque de repente ha empezado a dormir peor puede ser o bien porque se halla en una nueva fase del sueño o bien por un cambio.
Entre los 8 meses y los 2 años (ahí estamos nosotros) los peques van a adquirir todas las fases del sueño, que irán madurando cada uno a su ritmo. Eso no quiere decir que no vaya a haber despertares. ¿Y cuándo dormirá de tirón? Pues para eso habrá que esperar a la siguiente etapa, entre los 3 y los 6 años (lo sé, falta un mundo para eso), que es cuando la mayoría de niños son capaces de dormir toda la noche del tirón.
Quiero hacer un inciso sobre lo de “dormir del tirón”. Algunas personas cuyos hijos duermen en su propia habitación creen que sus hijos muy pequeños duermen todo seguido. Esto es altamente improbable (no lo digo yo, lo dicen muchos estudios y experimentos curiosos). Lo que suele pasar es que, al estar en la otra habitación, puede ser que se despierte, incluso que llore levemente o nos llame, y no nos enteremos. Porque esto pasa. Como os decía, hay incluso algún experimento en el que se han colocado cámaras en las habitaciones de esos bebés que supuestamente duermen del tirón cada noche y, para sorpresa de los padres, los peques han pasado bastante rato despiertos (y se han vuelto a dormir) sin que ellos se dieran cuenta.
En la misma línea, muchos creen que con el colecho se despierta más, y lo que ocurre es que somos más conscientes porque los tenemos justo al lado. En las contadas ocasiones en las que el peque “ha dormido del tirón”, yo sé que no ha sido así, porque en algún momento de la noche ha refunfuñado o se ha quejado y eso es un microdespertar (más o menos largo) y luego se ha vuelto a dormir por sí mismo.
En los 21 meses que tiene M. hemos pasado por infinidad de fases, la más dura, la de despertarse cada hora o menos. Después han venido etapas mejores y peores (como la de mis desvelos, pero de eso ya os hablaré otro día), pero nunca tan largas como esa. Siempre digo que tengo el niño más normal del mundo, un niño de manual que cumple a rajatabla todo lo que he ido leyendo sobre el sueño infantil.
A mí, entender porque suceden ciertas cosas me ayuda a tomármelo con filosofía y a tener paciencia. Si estáis en pleno proceso de aprendizaje y vais con ojeras de oso panda por la vida (como vamos la mayoría de padres), recordad que vuestro bebé está aprendiendo a dormir y que es un niñ@ normal.