Nos guste o no, al verano le quedan cuatro días. Lo sé, lo sé, aún hace calor, podemos ir a la playa o piscina, los más afortunados aún tenemos días de vacaciones pendientes (se siente, lo tenía que decir). Pero la vuelta al cole está a la vuelta de la esquina, y eso siempre es el inicio del fin veraniego. Pronto volveremos a la rutina, el cambio de tiempo, el cole, el curro, la casa… ¡y el blog!

Y es que el breve parón veraniego ha llegado a su fin. Estos días voy a ir asomando la cabecita por aquí y publicando cosillas, pero a medio gas. Que las prisas no son buenas, como dice la canción.

Os dije que este período de descanso iba a ser también para reflexionar un poco sobre el blog y replantearme algunas cosas. Pues bien, no he hecho los deberes. Así que vamos a improvisar un poco en este nuevo “round” y que sea lo que tenga que ser.

Una cosa sí tengo clara. Habrá nuevos contenidos y algunas secciones pasarán a mejor vida. Los aires nuevos vendrán de la mano de gastronomía. Como es un tema que me preocupa mucho, voy a hablaros de comida, de lo que comemos en casa, lo que hemos dejado de comer, recetas, menús, organización y planificaciones. A su vez, dirán adiós al blog las entrevistas. Es una sección que me gusta mucho, me encanta hablar con la gente y que me cuente sus historias pero estoy algo decepcionada porque es un trabajo que me lleva mucho tiempo (documentarme, buscar candidatos, contactar, preparar las entrevistas y luego el proceso de hacerlas y revisarlas). En varias ocasiones las entrevistas se han quedado en el limbo después de todo el currazo y de la gente que estaba muy interesada nunca más se supo. Aún así, si alguien quiere contarme alguna historia interesante, estoy dispuesta a hacer alguna excepción 😉

Lo dicho, que estos días me tenéis de vuelta. ¡Espero que vosotr@s también estéis al otro lado!

¡Un besazo!