El sur de Francia es un destino ideal para viajar en familia, combinando historia, cultura y paisajes impresionantes. En esta ruta por Occitania descubrimos desde encantadores pueblos medievales hasta grandes ciudades como Toulouse, pasando por castillos, abadías y espacios naturales perfectos para disfrutar con niños. Una vez más, este viaje ha sido posible gracias al intercambio de casas con Home Exchange, a través del cual pudimos hacer parada en Narbonne, Carcassonne y Toulousse.
Día 1: Descubriendo Colliure y la Maternidad de Elna
Nuestro viaje comenzó en Colliure, uno de los pueblos más bonitos del sur de Francia. Aquí recorrimos su casco antiguo y dimos un paseo por sus callejuelas hasta la hora de comer. Merece la pena conocerlo, aunque es verdad que en verano está algo masificado. Si os queda tiempo, podéis acercaros hasta el Castillo Real de Colliure y la Iglesia de Notre-Dame-des-Anges, con su icónico campanario junto al mar.
Por la tarde, nos trasladamos a la Maternidad de Elna, un lugar con una historia conmovedora, donde muchas mujeres refugiadas durante la Guerra Civil Española encontraron cobijo. Finalmente, nos dirigimos a Perpiñán, donde pasamos la noche en el Hotel Ibis Styles Perpignan Centre Gare.
Quisimos hacer esta parada técnica porque nuestro primer intercambio, en Narbonna, no comenzaba hasta el día siguiente. La ciudad en sí no nos gustó, aunque está bien para una parada técnica. El hotel nos pareció bastante caro para lo que era. Las zonas comunes estaban bien, pero la habitación era muy pequeña y el desayuno muy justo.
Día 2: Fortaleza de Salses y visita a Narbona
El día comenzó en la impresionante Fortaleza de Salses, una joya del patrimonio militar francés. Datada en 1497, sirvió para controlar el estrecho paso entre Francia y Catalunya. Es una visita muy recomendable y os llevará unas 2 o 3 horas (¡es enorme!). Las entradas cuestan 9 euros (los menores de 18 años no pagan).
Después, pusimos rumbo a Narbona, donde exploramos la imponente Catedral de Saint-Just-et-Saint-Pasteur, el Palacio de los Arzobispos, la Vía Domita y el Horreum Romano, galerías subterráneas de la época romana.
La verdad es que esperaba otra cosa de Narbonna, así que puedo decir que me decepcionó un poco. A parte de ser más pequeña de lo que imaginaba (realmente en una mañana vimos lo imprescindible), me la esperaba más bonita y auténtica.
Eso sí, tuvimos una suerte increíble con nuestra casita de Home Exchange.
Para finalizar la jornada, dimos un paseo junto al Canal de la Robine, disfrutando del ambiente de la ciudad y de la vista desde el Pont des Marchands.
Día 3: Descubriendo Narbona y Les Grands Buffets
Este día lo dedicamos a seguir explorando Narbona. Recorrimos el barrio Le Bourg, con paradas en el Monasterio de San Pablo y el Jardín de los Mártires de la Resistencia. La experiencia gastronómica del día fue la comida en Les Grands Buffets, un lugar icónico donde probamos una selección impresionante de quesos, mariscos y postres.
Era la gran duda de nuestro viaje, ya que su precio es elevado (58 euros los adultos y 29e los niños a partir de 6 años). No me arrepiento de la decisión, pero sí que es verdad que hay que tener en cuenta que hay muchísima gente y el espacio de la zona buffet donde se encuentra la comida es muy pequeño, por lo que llega un momento que agobia bastante volver y volver a por más comida. Los salones son amplios y estuvimos muy cómodos. Como resumen, deciros que si estáis por la zona, merece la pena comer allí un día.
Día 4: Safari en la Reserva Africana de Sigean
La Reserva Africana de Sigean fue una de las actividades más emocionantes del viaje, especialmente para los niños. En este parque de animales en semilibertad vimos jirafas, leones, rinocerontes, osos, impalas, gacelas, avestruces, búfalos, cebras… y muchas otras especies en un entorno natural.
Está a 15 minutos de Narbonna, en un recinto de 150 hectáreas de espacio natural. En total, recorrimos 7km de safari en coche y a pie donde vimos animales increíbles.
Es ideal para pasar el día, ya que allí encontraréis bares y restaurantes y también zona de picnic, ya que está permitido entrar comida. Las entradas cuestan 34 euros (adultos) y 24 euros (de 4 a 14 años).
Día 5: Excursión a Gruissan
El quinto día en Narbonna decidimos visitar Gruissan por recomendación de nuestra anfitriona. En un principio queríamos visitar Beziers, pero finalmente cambiamos de idea.
Gruissan es un encantador pueblo de pescadores con su castillo en ruinas y sus icónicas casas sobre pilotes. Paseamos por su casco antiguo y disfrutamos de un almuerzo con vistas al puerto y también de un ratito de playa.
Día 6: Abadía de Fontfroide y Lagrasse, joyas medievales
Dejamos atrás Narbonne y ponemos rumbo hacia nuestro siguiente destino: Carcassone. No sin antes hacer algunas visitas. Nuestra primera parada fue la Abadía de Fontfroide, un espectacular monasterio cisterciense rodeado de naturaleza. Tiene unos jardines preciosos y es bastante grande, por lo que la visita te llevará unas 2 horas.
Nosotros cogimos la entrada familiar para los 4 (42 euros). Las entradas de adulto cuestan 14 euros y las infantiles, a partir de 6 años, 10e.
El recinto tiene un restaurante que tiene muy buena pinta, pero finalmente decimos comer en un restaurante cercano.
Por la tarde, nos dirigimos a Lagrasse, catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Caminamos por sus calles adoquinadas, cruzamos su puente medieval y visitamos la Abadía de Lagrasse. La abadía es pequeñita y se ve en poco rato, pero merece la pena combinarla con un paseo por el pueblo.
Día 7: Carcassonne, la ciudad medieval por excelencia
Ya instalados en nuestra casita de HomeExchange y tras pasar la primera noche, en el séptimo día pusimos rumbo a la ciudadela de Carcasonne.
La anfitriona nos recomendó un aparcamiento gratuito a 12 minutos a pie de la ciudadela y caminamos hasta el castillo tranquilamente. Recorrer la ciudad medieval no tiene coste, pero tendréis que reservar las entradas en línea si queréis entrar al castillo y a las murallas. Merece mucho la pena, a nosotros fue de las visitas que más nos gustó (y eso que ya habíamos estado 12 años atrás).
En la misma ciudadela encontramos en lugar ideal para comer a buen precio. Y por la tarde cruzamos el Puente Viejo para descubrir la ciudad nueva, la Bastide Saint-Louis. No sé si es una visita que merezca la pena, a nosotros no nos acabó de gustar.
Día 8: Naturaleza en el Lago de Cavayère
El día siguiente realmente nos sobró porque ya quedaba poco que hacer en la zona. Pero, aunque el día estaba nublado, nos acercamos a conocer el Lago de Cavayère, donde pasamos una mañana tranquila en plena naturaleza.
Queríamos darnos un baño pero estaba prohibido debido al bajo nivel del agua… así que después de un breve picnic nos acercamos a un complejo de piscinas que hay en Carcassonne.
No estaba en nuestros planes pero estuvo genial pasar la tarde allí con los niños, ya que hay algunos toboganes interiores y piscina climatizada interior.
Día 9: Camino a Toulouse con parada en Castelnaudary
Dejamos Carcassonne rumbo a Toulousse. A medio camino con un pequeño desvío nos queda Saissac, un pueblo que finalmente no visitamos porque el día amaneció lluvioso.
Donde si paramos fue en Castelnaudary. Había leído que era un pueblo precioso y nada más lejos de la realidad: no nos gustó nada. No merece la pena su visita ya que hay un canal en medio y poco más.
Llegamos a Toulouse antes de lo previsto, al final de la mañana y nos instalamos en un piso precioso muy bien comunicado con el centro mientas que, sus dueños, se alojaban en nuestro piso en Salou para descubrir los encantos dela Costa Daurada.
Día 10: Toulouse y su centro histórico
Nuestro primer día en Toulouse incluyó una visita guiada de la mano de la Oficina de Turismo de la ciudad por la Plaza del Capitolio, la Basílica de Saint Sernín, el Convento de los Jacobinos, la Catedral de Saint-Étienne, la Basílica de Notre Dame de la Daurade, el puente nuevo y el río Garona.
La ciudad rosa, llamada así por sus característicos edificios hechos de ladrillo rosado, es muy bonita y con un ambiente que nos gustó mucho.
Si estáis varios días por la ciudad y nos movéis con transporte público, os recomiendo que os saquéis el Pass Tourisme.
Día 11: La Cité de l’Espace, un viaje al espacio
Uno de los días más esperados por la familia fue la visita a la Cité de l’Espace, un parque temático dedicado a la exploración espacial. Y es que Toulouse es la capital europea del espacio y sede de empresas como Airbus, el CNES, Thales Alenia Space…
En este parque temático del espacio podréis ver distintas exposiciones, sesiones de cine, animaciones, módulos interactivos… a nosotros nos encantó ver una réplica de la estación Mir, el cohete Ariane 5 y módulos de la nave espacial Soyuz y disfrutamos de algunas simulaciones interactivas.
La visita te llevará todo el día (es un espacio gigante y hay mucho por hacer), así que mejor ir prontito para aprovechar el día. Y, por supuesto, hay bares, restaurante, zonas de picnic, tienda…
Día 12: Últimos descubrimientos en Toulouse
Para despedirnos de Toulouse, visitamos Halles de la Machine, un museo que combina espectáculos con la puesta en marcha de singulares máquinas. La más espectacular es sin duda el minotauro, donde también os podéis subir.
Es un sitio entretenido para pasar el rato pero nos esperábamos mucho más. Las entradas cuestan 11’60 euros (8’40e con el Pass Tourisme) y 5’80 euros (6 a 12 años).
Justo al lado de Halles, encontramos l’Envol des Pionniers, un museo dedicado a los orígenes de la aviación que es realmente curioso. Lo vimos en hora y media y nos gustó bastante.
Y por último, solo nos quedaba conocer el museo Aeroscopia, dedicado a la historia de la aviación. Se encuentra a las afueras de la ciudad y también nos gustó mucho porque cuenta con aviones reales, como el concorde o Airbus y se pueden ver por dentro.
Día 13: regreso a Salou
Despedimos nuestro viaje y emprendemos el camino a Salou no sin antes hacer parada en uno de los pueblitos más bonitos de la zona: Mirepoix. Su casco antiguo es precioso y merece la pena dar una vueltecita o pasar la mañana.
Y por último: Ax Les Thermes, que también es realmente bonito aunque solo paramos para comer ya que no teníamos tiempo de más.
Consejos para viajar a Occitania en familia
• Aprovecha el intercambio de casas con Home Exchange para ahorrar en alojamiento y vivir una experiencia más auténtica. Si quieres probarlo, usa mi código nerea-d2b93 o desde este enlace para ganar puntos extra.
• Reserva con antelación las entradas a monumentos y actividades, especialmente en verano.
• Alterna visitas culturales con actividades al aire libre para que los niños disfruten del viaje sin sentirse saturados.
Este viaje por Occitania en familia ha sido una experiencia increíble, llena de descubrimientos, historia y naturaleza. Si buscas un destino en el sur de Francia que combine aventura y cultura, sin duda esta ruta es una opción perfecta. ¿Te animas a seguir nuestros pasos?