Receta de calabacines rellenos de atún

Recientemente cociné un plato que no había hecho nunca, que resultó muy rico y sencillo y es el que hoy voy a compartir con vosotros: calabacines rellenos de atún.

Como os conté hace unos días, esta nueva temporada del blog he decidido ampliar temas. Entre mis favoritos está el de la alimentación, así que he pensado que sería buena idea publicar algunas recetas saludables para comer en familia. ¡A sus delantales!

Ingredientes para los calabacines rellenos de atún

4 calabacines. Yo he usado de los redondos, pero los alargados también sirven.
1 cebolla
2 latas de atún
100 gr de tomate natural (puede ser frito si queréis adelantar un poco)
Queso rallado
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Una pizca de sal
Orégano (opcional y sustituible por otra especie que os guste)

Preparación

Coger los calabacines y quitarles la parte superior (conservarla – cosa que yo no hice – para el emplatado). Realizar en la carne del calabacín dos cortes en forma de cruz. Meterlos en el microondas a máxima potencia durante unos 15 minutos (depende mucho del tamaño del calabacín, si veis que aún no están, ponerlos un poco más). Deben quedar blanditos pero firmes.

Mientras se hacen, cortar la cebolla a dados y la ponéis a sofreir a fuego suave en una sartén con el aceite de oliva. Cuando esté dorada, añadir el atún bien escurrido y remover un minuto.

Cuando los calabacines estén listos, y con cuidado de no quemaros, coged una cuchara para vaciarlos. Hay que ir despacio para no romper la piel del calabacín. Se trata de una verdura con un alto contenido en agua, así que tendréis que escurrir muy bien la carne del calabacín antes de añadirla a la preparación anterior.

Calentar el horno a 180 grados. Cuando el calabacín, la cebolla y el atún hayan rehogado juntos unos 5-8 minutos, es el momento de agregar el tomate y dejarlo sofreir a fuego medio unos 10 minutos más . Añadir la sal y las especias al gusto.

Por último, deberéis rellenar los calabacines con la mezcla anterior y ponerle queso rallado. Meterlo al horno unos 15 minutos y servirlo caliente. Las tapas del calabacín que hemos quitado el principio se pueden volver a colocar a modo de sombrerito, quedando un plato la mar de vistoso. Yo, como soy un despiste, no pensé en ello y las tiré.