Justo dos días después de contaros nuestro avance con la operación pañal de M., nos daba una nueva sorpresa dejando el pañal de forma definitiva. Si estáis en pleno proceso o os estáis planteando la retirada de pañal de vuestros hijos, y queréis hacerlo desde el respeto, os recomiendo que echéis un vistazo a los tres posts que he preparado donde os cuento como, casi de la noche a la mañana, el peque ha decidido con 32 meses dejar de usar pañal. Vamos con un poco de escatología del pañal.
En la tercera fase del proceso solo los faltaba que tuviera controlado el tema de hacer caca y retirar el pañal también a la hora de dormir. Sobre lo primero, la verdad es que se negaba a hacerlo en el WC pese a tener muchas ganas. Supongo que por miedo o por agobio, para hacer caca nos pedía el pañal. Las primeras veces que esto pasó, accedimos a ponérselo. Pero cuando la abuela nos comentó que en su casa hacía caca en el orinal sin problemas, pensamos que teníamos que conseguir que en casa también perdiera ese miedo. Así que dejamos de ponerselo para intentar que hiciera en el baño. El primer día fue un horror del agobio. Se moría de ganas de hacer caca pero al sentarlo en WC y orinal decía que no y se levantaba en seguida. Así unas 30 veces. Un desespero.
El segundo día ya vió que el pañal no volvía… y probaba más rato sentado, aunque sin resultado. Y al final conseguimos que lo hiciera, con dificultades. No recuerdo si fue al 3er o 4º día que empezó a hacer caca en el WC sin problemas, hecho que era celebrado con aplausos, bailes y la ola. La oda a la caca. Y el peque encantado y orgulloso de sí mismo.
Superada esta fase venía otra que me aterraba: retirar el pañal para la siesta. Ni me planteaba hacerlo todavía pero el padre de la criatura (alias cambiador oficial de pañales) me dijo que se despertaba seco después de la siesta y también por la mañana. Yo accedí a probar para la siesta pero nanai a quitárselo 10h seguidas pero al final me comí mis palabras y después de dos siestas seco… se lo quitamos para dormir y todo genial, ni un escape (de vacaciones hubo escapes de todo tipo pero eso no lo tengo en cuenta porque dormir fuera de casa y con tantos cambios… altera a cualquiera).
Así que en 10 días en total, ha finalizado nuestra operación pañal. Hemos pasado de no querer ni acercarse el orinal a ser un niño mayor que hace pipi y caca donde le pilla y que muchas veces va solo al baño, se sube en el taburete y hace pis y se limpia solo o, si le viene en gana, mea de pie. No dejo de flipar.