El domingo pasado celebramos el primer cumpleaños de M. Para organizar la fiesta estuve buscando bastante información por internet, ya que tenía algunas ideas pero quería hacer algo especial sin complicarme mucho la vida.

Para ser sincera, lo que más me costó fue decidir la lista de invitados. ¿Familiares íntimos? ¿También amigos? ¿Con hijos o sin hijos? Después de meditarlo, decidí (mos) – no nos engañemos, sabéis tan bien como yo que ese marrón es para vosotras y ellos como mucho dirán si les parece bien, mal, caro o muy caro – invitar a la familia y a algunos amigos con peques de la edad de M.

El motivo de la fiesta lo tuve claro desde el principio: azul y blanco. Como aún él no tiene capacidad de decisión y no puede decantarse por Peppa Pig, Pocoyó o Dora la Exploradora, decidí que una fiesta temática por colores podía quedar bonita y elegante.

Mi presupuesto: el más bajo posible. Las ganas de complicarme la vida: muy pocas. Navegando por internet y siguiendo las recomendaciones de amigas fui a parar a la web Aire de Fiesta y a María Lunarillos, donde compré en menaje de usar y tirar (manteles, platos, vasos, bols, copas, etc.). Combiné las dos tiendas porque la primera destaca por tener un precio bastante asequible y la segunda, en cambio, es más cara pero tiene cosas preciosas. El servicio de ambas es muy bueno y quedé muy contenta con ambas compras, tanto por la rapidez en la entrega como por la calidad de los productos. En Partyfiesta compré los globos, farolillos, la vela del pastel… Os recomiendo que os deis también una vuelta por vuestro pueblo o barrio, ya que podéis encontrar productos muy bonitos a muy buen precio.

El picoteo

Tenéis muchas opciones a la hora de elegir el picoteo de la fiesta. Yo tenía dos premisas: poca faena y lo más saludable posible, descartando así los típicos gusanitos, ganchitos y otras guarrerías protagonistas de los cumples infantiles. La mesa de la comida se dividía en salado, dulce e infantil (para los minis invitados). En la primera: canapés salados, chips de verduras (vale, no es lo más sano del mundo pero son vegetales al fin y al cabo), tortilla de patatas, empanada de atún… En la sección dulce: croissants, tartitas de manzana, bizcocho casero de mi abuela (un manjar)… Y para los más pequeños de la fiesta, bocadillos de pavo y queso fresco, galletas y brochetas de frutas.

El colofón final de cualquier fiesta cumpleañera es, obviamente, la tarta. Tras una ronda de consulta de precios por las pastelerías de mi barrio y ante la posibilidad de arruinarnos (los precios son astronómicos por un pedazo de bizcocho con nata), optamos por una de Mercadona de nata y trufa. Buenísima, gustó a todo el mundo y no me arrepiento para nada de la decisión.

Libro de firmas y montaje de fotos

Dos detalles que quedan muy “apañaos” en los cumpleaños de los peques, sobre todo si es su primer cu
mple, son un libro de firmas y varias fotos impresas. Para la fiesta de M. preparé el álbum de fotos “Hola món, el meu primer anyet” de Mr. Wonderful (disponible en otros idiomas) y reservé las páginas finales para las dedicatorias de familiares y amigos. De esta manera pudieron ver algunas instantáneas de su primer año y para los papis queda un recuerdo muy chulo. Además, imprimí 12 fotos del pequeño y las colgué en la fiesta a modo de decoración.

Algo que me hubiera encantado tener en la fiesta del peque es algún tipo de animación o espectáculo infantil. Es verdad que en el primer cumpleaños es bastante prescindible pero con 2 o 3 años debe ser genial algún tipo de animación como las de Animaciones Pingu.

Si estáis organizando una fiesta infantil tenéis muchas opciones en Internet, curiosead para inspiraros y pensad que no hace falta gastarse mucho dinero, ya que al final lo más importante es pasar un día rodeados de los vuestros. Nosotros lo pasamos en grande, M. disfruto de lo lindo y acabó agotado (y nosotros también).