“Cada niño es distinto y cada situación, emoción y experiencia, también”
La maternidad nos cambia la vida. En mayor o menor medida, cuando nos convertimos en madres (o padres) nuestra cabecita hace un clic y decidimos modificar algunas cosas para adaptarnos a la nueva situación. Nadie sabe mejor de este tema que Cris Moe, mamá emprendedora de varias iniciativas relacionadas con la maternidad y la crianza.
Quizá su nombre no os suena pero, ¿y si os menciono a Mareta Meva? ¿Y a Aúpali!? Aunque se formó en hostelería y se dedicó a ello varios años, al nacer su primer hijo, Xavi (6 años), decidió poner punto y final al trabajo detrás de una barra. Después vinieron Maria (4 años) y Joan (casi 2 años).
Pero, como os decía, tiene otros “bebés”. Mareta Meva; Aúpali; Maters… y colabora con la Mammaproof Barcelona y la revista Mum’s. Se define como una adicta a las crónicas de parto y le encanta escribir y su objetivo es poder estudiar enfermería y llegar a ser comadrona.
¿Quién es Cris Moe?
Pues en el DNI en realidad pone Cristina Trillo, pero a raíz de mi maternidad mi vida empezó a cambiar tanto que, por un tema de privacidad, me empecé a hacer llamar Cris Moe, ¡y así me he quedado!
Soy una mujer muy enérgica, con mucha curiosidad por todas aquellas cosas que llegan a mí de una u otra manera y extremadamente emprendedora en todos los aspectos de mi vida. La empatía es una de mis cualidades más desbordantes, tanto que a veces incluso me duele… Mi parte más dominante podría resultar mi peor de los defectos…
La maternidad, como a muchas de nosotras, te ha cambiado radicalmente. En tu caso, hasta el punto de cambiar de profesión y de forma de ganarte la vida. Cuéntanos cómo fue ese proceso.
Desde que bien jovencita, hablo incluso de cuando era menor de edad, me puse a trabajar, por necesidad, detrás de la barra en una coctelería clásica de mi ciudad. Esa necesidad se convirtió en mi pasión y trabajé muy duro para hacerme un hueco entre un gremio que “antes” era de hombres, ¡y lo conseguí! Tanto que, finalmente, con 27 años decidí poner mi propia coctelería y ¡funcionó! Funcionó muy bien y fue así porqué contaba con 10 años de experiencia y con muchas ganas de trabajar…
Pero poco después me quedé embarazada de mi primer hijo, lo parí y de golpe y porrazo toda aquella pasión por mi trabajo desapareció. No me apetecía trabajar de noche en vez de dormir con mi bebé, ni perderme las navidades ni los fines de semana en familia… Fueron pasando los meses, cada vez más desmotivada, y además se fueron sumando varios problemas con mi socio y llegó el embarazo de María. Salvada por la campana, ya que fue la excusa perfecta para decidir cerrar etapa, y así lo hice. Vendí el negocio y decidí reinventarme de todas, todas.
Dicen que cada embarazo y cada maternidad es distinta. En tu caso, que tienes tres peques, ¿crees que ha sido así?
Sin duda. Siempre digo lo mismo: Con Xavi aprendí; con Maria lo puse en práctica, y funcionó; y Joan rompió con todo lo aprendido y practicado y volvió a colocarme a la línea de salida. Cada niño es distinto y cada situación, emoción y experiencia también.
Te defines como “consultora de maternidad”. ¿En qué consiste tu trabajo? ¿En qué se diferencia de una doula?
El trabajo de la doula en nuestro país (porqué en el resto del mundo no es así), está muy limitado. Acompañar, sin aconsejar, sin usar ninguno de los otros “títulos” mientras ejerzas de doula, en según qué asociaciones ni siquiera está permitido dar un masaje… Lo entiendo y lo respeto, y precisamente por eso no me suelo hacer llamar doula. A mí nunca me han gustado los vetos y siento que soy muy responsable con mis limitaciones, que conozco perfectamente, por lo tanto me he rebautizado. Sí que soy doula, pero además soy muchas más cosas. Como no quiero ponerme un título con 3000 subtítulos, lo he dejado en consultora.
Además, tienes una tienda de portabebés y crianza, Aúpali! ¿Qué servicios ofreces?
Sí. El año pasado, ya harta de dar tumbos y queriendo asentar mi profesión, decidí emprender un negocio más “estable”, como mínimo en cuanto geo localización se refiere. Me asocié con dos madres más y montamos Aúpali!, un espacio de maternidad y crianza donde, además de crear tribu en el barrio de Sarrià (Barcelona), vendemos productos y complementos para los primeros años de maternidad: desde portabebés ergonómicos, hasta juguetes de madera, pasando por collares de maternidad, copas menstruales, material de puericultura respetuosa y ergonómica…
Y por si esto fuera poco, tienes un blog (Mareta Meva). ¿Qué cuentas en él? ¿Qué te motivó para empezarlo?
Mi blog nació cuando yo nací como madre. Siempre me ha gustado escribir, soy muy impulsiva, y la necesidad de gritarle al mundo que puede existir una maternidad diferente a la que pone en las revistas comerciales como “Mi bebé y yo”. Hasta hoy, mi blog ha sido un lugar de reflexión, de desahogo, de activismo… Ahora me planteo también hacer reviews, crónicas, etc.
Además ahora también me he metido de lleno en otro proyecto: Maters.es, una comunidad que trabaja para el desarrollo profesional de las madres y la conciliación familiar/laboral. ¡Una bomba!
¿Cómo compaginas todas estas actividades con ser madre de tres niños pequeños?
Hombre, ahora mismo, para que te voy a engañar, estoy al borde del colapso, JAJAJAJAJA, porqué todo el trabajo me ha salido un poco de golpe y no he querido rechazar nada.
Con mi marido nos turnamos bastante bien el tema de los niños, y el fin de semana durante el día suele ser sagrado para la familia. El resto lo hago como buenamente puedo, ¡incluso he escrito posts desde el baño!