Uno de los temas protagonistas de este blog va a ser la lactancia materna. He querido empezar con este post coincidiendo con la Semana Mundial de la Lactancia Materna, no porque yo tenga un especial interés en que deis el pecho (eso lo tenéis que decidir vosotras, aunque ya os digo que yo os lo recomiendo), sino porque es un tema fundamental en la crianza de vuestros hijos que siempre suscita dudas, polémicas, dificultades…
Cuando era más joven pensaba que cuando tuviera hijos les daría biberón. No me planteaba otra opción porque en mi entorno siempre se ha hecho así: yo tomé biberón, mis primas han dado biberón a sus hijos, mis conocidos optaban por el biberón… Pero cuando mi pareja y yo buscábamos un bebé empecé a leer (muy por encima) sobre el tema, y surgieron las primeras dudas. Al quedarme embarazada me compré el libro “Qué esperar cuando estás esperando” y a partir de ahí fui ampliando mi biblioteca sobre esta temática hasta dar con Carlos González, un gran defensor de la lactancia materna. Con el libro “Un regalo para toda la vida” lo tuve claro: yo iba a dar el pecho. Y 12 meses después… aquí seguimos, disfrutando de una lactancia materna fantástica y preciosa. Ah pero… dar el pecho es ¿fantástico? ¿No es muy esclavo? ¿No crea dependencia? Vais a leer y, sobre todo, oír, mucho sobre dar el pecho. En este post pretendo dar una breve pincelada, un resumen por así decirlo, de algunas cuestiones que considero fundamentales para empezar con buen pie la lactancia materna.