Bañeras para bebé y cachivaches para el baño hay muchos y elegir entre tanta oferta no es sencillo ¿Cuál será el mejor para cada bebé y cada familia? ¿Cuánto tiempo me puede durar la bañera del bebé? ¿Es mejor con cambiador incorporado? Como os podéis imaginar, todas estas preguntas no tienen una respuesta correcta… todo dependerá de vosotros, el bebé, las dimensiones del baño y del piso. Pero hoy os quiero contar nuestra experiencia a la hora de escoger bañeras para bebé porque creo que puede ayudaros un poco a la hora de elegir.
Para los recién nacidos
Nosotros hemos pasado (hasta el día de hoy) por tres bañeras, y no me arrepiento en absoluto. La primera fue una Tummy Tub. Seguro que la habéis visto, es un cubo (como una maceta muy grande) donde el recién nacido se siente protegido y acurrucado. Al ser estrecho y tirando a vertical, se siente (según dice) como si estuviera en el útero de mamá. Yo doy fe que a mi hijo le encantaba, se quedaba medio adormilado y le relajaba muchísimo. A nosotros, como primerizos, nos venía genial porque nos daba la sensación que se aguantaba prácticamente solo, recogidito y solo había que sujetarle la cabecita.
La intención era aprovechar un poco más la bañera porque estábamos encantados (a él le gustaba y se ahorra bastante agua por sus dimensiones) pero la verdad es que cuando el peque empezó a crecer y a moverse era un peligro porque podía volcar en cualquier momento.
a medida que crecen
En ese momento nos pasamos a la bañera número 2: la Flexibath de Stokke. Esta bañera, que además se vende con un reductor a parte para los más bebitos, es ideal porque tiene unas dimensiones muy buenas para niños más mayorcitos, pero además es plegable. Vamos, que ocupa poco, os la podéis llevar de viaje o a casa de los abuelos si vais muchos días… Creo que fue una gran compra. Peeeeerrroooooo, con casi dos años y medios y unos percentiles que rozan máximos, mi peque, con el barco pirata, los peces y el pulpo no puede ni moverse en esa bañera.
espacio y confort en el baño
Así que hace unos días nos llegó nuestra bañera número 3, de la mano de Tutete: la babydam. Bien, ésta no es exactamente una bañera, si no que es una barrera que se acopla en la bañera de casa, a la altura que queramos, para poder crear un espacio de baño más o menos grande, en función de nuestras necesidades. Este reductor es súper fácil de poner (de hecho en casa ya casi que la pone y quita el peque solo) y lo mejor de todo: el agua no se escapa. Ocupa poquísimo espacio y nos permite que el peque se bañe a sus anchas (no olvidemos que el baño no es solo el momento de higiene, si no que es un ratito para el juego y la diversión) y nos permite no malgastar agua al no tener que llenar la bañera del todo.
Como os digo, la Babydam la encontraréis en Tutete. Allí también encontraréis otros productos para el baño (como la Tummy Tub) y todo lo que que podáis imaginar relacionado con el mundo infantil (alimentación, decoración, accesorios para los cochecitos y sillas de paseo, chupetes personalizados, complementos para la guardería, juguetes…).
A día de hoy no me arrepiento de ninguna de las tres adquisiciones, ya que creo que, como ocurre con otros accesorios de puericultura, cada bañera tiene sus pros y sus contras y cada una es más apropiada para una franja de edad concreta. Sí que os diré, que yo no soy partidaria de las bañera cambiador. Me parecen un engorro, ocupan mucho espacio y creo que se usan muy poco tiempo (y luego es un trasto que no puede guardarse fácilmente).
Me ha encantado el reductor para la bañera, no lo conocía.
¿A qué es una pasada? Yo lo descubrí hace poco y estoy encantada. Ocupa muy poco sitio, se pone facilísimo y no se escapa ni una gota de agua!!!