Alimentación complementaria: cómo empezar

Cuando ya te has acostumbrado a alimentar a tu cachorro los primeros meses de su vida (sea con lactancia materna o artificial) llega el momento de cambiar el chip y empezar a introducir otro tipo de alimentos en su dieta. Es la hora de la alimentación complementaria. Algunos padres no tienen dudas y siguen a rajatabla las directrices del pediatra pero hoy en día, dónde hay cada vez más cambios en las recomendaciones y nuevas tendencias, es normal que muchos tengamos dudas sobre cómo empezar, la alimentación complementaria,  qué alimentos ofrecer y cómo preparárselos. Desde mi humilde experiencia como madre de dos, quiero contaros cómo afrontamos nosotros la alimentación complementaria.

Cuestiones básicas

El tema de la alimentación complementaria da para decenas de posts, así que es probable que me deje cosas. Pero la idea de este artículo es hablar de cómo empezar la alimentación complementaria. No debemos olvidar algunas cuestiones básicas.

Por un lado, que la alimentación complementaria COMPLEMENTA a la lactancia. No la sustituye, ni la elimina… la complementa. Eso quiere decir que el alimento principal del bebé hasta el año de edad debe ser la leche (a ser posible materna) y poco a poco iremos introduciendo alimentos. En caso de dar el pecho, este se dará antes de las comidas. No importa si come poquita cantidad de comida luego, porque el alimento principal es la leche.

CUÁNDO EMPEZAR

Alrededor de los 6 meses, los bebés están preparados para comer otro tipo de alimentos (algunos lo hacen antes y otros después).  Algunas señales que indican que el bebé ya está preparado para empezar a ofrecerle alimentos son:

  • Se aguanta sentado sin ayuda
  • Ha perdido el reflejo de extrusión, es decir, que no escupe ni empuja con la lengua los alimentos cuando tocan su boca
  • Se interesa por aquellos alimentos que ve a su alrededor

No hay un orden ni una edad para introducir los alimentos. Los alimentos se deben ofrecer con un margen de 2 o 3 días, para observar si produce alguna alergia o intolerancia (si le damos un puré con 6 verduras y hace reacción, no sabremos cuál de las 6 ha sido, por eso hay que ir de una en una).

Se puede ofrecer cereales, verdura, carne, pescado, legumbres…. desde los 6 meses, a excepción de unos pocos alimentos que hay que esperar (verduras de hoja verde como acelgas o espinacas, pescados muy grandes, carne de caza….). Se debe cocinar al vapor, hervido o al horno (lo más sano posible, vaya) y no añadir sal a las comidas.

Todo esto está ampliado en la Guía de la Alimentación de 0 a 3 años de la Generalitat (en varios idiomas). Merece la pena leerla porque es muy completa y actualizada y deja atrás las rígidas hojas de algunos pediatras con recomendaciones absurdas como que la fruta se debe dar solo por la tarde, el pescado a los 10 meses y las legumbres a los 12.

Productos para bebés

Los bebés necesitan alimentos específicos para ellos. FALSO. Los bebés pueden comer lo mismo que los adultos (respetando las cuestiones que hemos comentado antes de la sal e introducir los alimentos paulatinamente). No es necesario dar cereales de farmacia o supermercado, leches de crecimiento, yogures para bebés y no sé cuántas cosas más que hay en el mercado y que son de todo, menos saludables.

De hecho, se recomienda que coman lo mismo. Por un lado para que se habitúen a los alimentos que comen los adultos desde una edad temprana y coman saludable y, por otro, porque es también una forma de ahorrar tiempo y dinero. Cocinando lo mismo para toda la familia, adaptando lo mínimo posible lo que le ofrezcamos al bebé.

Por ejemplo, si nosotros comemos arroz con verduras… la peque también puede comerlo (siempre que no lleve sal y ya hayamos introducido esos alimentos), o un pescado al horno, unas legumbres con vegetales, unos fideos con pescado, un puré de verduras, unas hamburguesas de pollo caseras….

Los cereales son una de las cuestiones que más dudas generan, ya que son la estrella de los alimentos infantiles preparados. ¿Si no le doy papilla comercial, qué le doy? ¡Pues hay muchas opciones! Sémolas (de arroz y trigo), arroz, cus cus, pan, pasta (hay desde la más pequeñita tipo maravilla hasta fideos o caracolas), quinoa, espelta, bulgur… Cualquier cereal que consumáis en casa de manera natural es adecuado para vuestros bebés.

Purés vs BLW

Las dos opciones son válidas. Pero es cierto que cada vez son más las recomendaciones (en la guía que cité antes ya se comenta) que dicen que hay que ir acostumbrando a los bebés a todo tipo de texturas en los preparados alimenticios e ir ofreciendo alimentos troceados poco a poco.

¿Cuándo? Bien, depende de vuestro bebé. Algunos están preparados a los 6 meses y otros más tarde. Mis hijos, por ejemplo, a los 6 meses no han hecho Baby Led Weaning porque no han estado preparados. El mayor no tenía ningún tipo de interés en llevarse al alimento a la boca y la pequeña sí muestra interés y lo hace, pero no ha eliminado el reflejo de extrusión y escupe automáticamente la mayoría de alimentos que le ofrecemos (de momento).

¿Cómo lo hacemos? Bien, pues le damos la comida aplastada con un tenedor. Plátano, pera, calabaza, zanahoria, brócoli, patata… Bien cocido o maduro y se chafa un poquito. La carne, de momento la trituraremos juntos a algunas verduras y poco a poco le iremos dando sólidos hasta que veamos que lo gestiona bien.

El Baby Led Weaning permite tener una relación mucho más sana y espontánea con los alimentos. Los tocan, los descubren por si mismo, aprecian su color, textura y sabor de manera individual, autogestionan la cantidad que comen (eso es importantísimo y muchos padres se empeñan en entretenerlos para que coman más) y, a medio plazo, se ha demostrado que comen mejor y de manera más saludable. Hace poco leía además, que comer alimentos sólidos en una edad temprana influye en el desarrollo del lenguaje, ya que su mandíbula está ejercitada y preparada para la pronunciación de distintos fonemas.

Como digo, ambos métodos son válidos y tenéis que ver cuál es el que mejor encaja con vuestros hábitos y la madurez de vuestros hijos. No creo que todos los niños estén preparados a los 6 meses para el BLW, ni tampoco que sea adecuado estar dando todo triturando a bebés de 10 meses. Hay que buscar un equilibrio.

Estas son solo algunas cuestiones básicas sobre cómo empezar la alimentación complementaria. Me gustaría publicar más posts sobre el tema porque sé que hay muchas dudas al respecto y es algo que nos trae un poco locos a todos. Si tienes alguna duda, estaré encantada de ayudarte, escríbeme en comentarios 😉

Cover photo by Hal Gatewood on Unsplash

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Un comentario en “Alimentación complementaria: cómo empezar

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